La Policía ha localizado en Burgos el cuerpo sin vida de Andrea, una mujer de 34 años que llevaba desaparecida desde el domingo. Los agentes han detenido a su pareja, quien anoche se desplomó durante el interrogatorio y confesó que la había matado. Según informa Maialen Larrinaga y Raquel Duva, el arrestado -que está a la espera de pasar a disposición judicial- acabó con su vida en el domicilio y luego lo trasladó a 40 kilómetros de Burgos para esconderlo.

Los compañeros de Andrea Bejarano, una mujer colombiana de 34 años, se enteraron de su asesinato esta mañana. Ella trabajaba de técnico auxiliar en los laboratorios del Hospital Universitario de Burgos, donde han querido condenar su asesinato con un silencio y despedirle con aplausos.

La familia de Andrea denunció ayer su desaparición porque sospechaban de Jaime, su marido. El militar de 42 años dijo que se marchó ella de casa, pero acabó confesando el asesinato a los agentes. Después, trasladó su cadáver hasta un paraje boscoso en Salinillas de la Bureva, a 40 kilómetros, y lo ocultó cerca del río.

Esta madrugada, ha guiado a los investigadores hasta el punto exacto en el que se encontraba el cuerpo de Andrea. Según el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, era un lugar especial para la pareja que tenía un hijo de siete años. Se estaban separando. La autopsia determinará la causa de la muerte, posiblemente por asfixia. Nicanor Sen asegura que no constaban antecedentes por violencia de género.

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