La localidad de Salt, en Girona, se ha despertado con una nueva noche de altercados como consecuencia del desalojo de una familia. Dos noches consecutivas son las que se llevan produciendo disturbios en el pueblo catalán. La revuelta daba comienzo el pasado 10 de marzo tras el desalojo de un imán y su familia por parte de los Mossos d’Esquadra, que decidieron okupar su propia casa. Las manifestaciones se han saldado con seis detenidos.
Salt ha sido el escenario de numerosos altercados las pasadas noches. En pleno Ramadán, unas 200 personas de la comunidad islámica salieron a la calle para manifestarse en contra del desalojo de una familia del municipio. La situación se tornó en unos graves altercados e incidentes entre las calles Manuel de Falla y la plaza del Ayuntamiento de Salt.
La localidad se ha llenado de barricadas, lanzamiento de objetos a los policías, daños en el mobiliario urbano y en los coches, finalizando con el asalto a la comisaria esta misma noche. Los manifestantes, encapuchados, llegaron a quemar contenedores y hacer una hoguera en el paseo de los Països Catalans. La noche se ha saldado con seis detenidos que pasarán a disposición judicial en las próximas horas.
Estos sucesos ocurren como consecuencia del desalojo de la familia de un imán. Llevaban 20 años alojándose en el domicilio en Salt, pero el pasado viernes les echaron porque dejaron de pagar la hipoteca. Henda Diawara, hija del imán, ha explicado lo sucedido: “Mi padre dejó de pagar la hipoteca porque se quebró el banco. El banco dejó de existir entonces mi padre buscó una solución a ver si le podían hacer un alquiler social, le denegaron”.
Pidieron ayuda, pero no cumplen con los requisitos para solicitar una vivienda social. Henda ha expuesto que nos les consideran una “familia vulnerable” a pesar de haber cuatro menores de edad entre ellos. Tras pasar el fin de semana en el hotel sin obtener una solución por parte de las administraciones, decidieron regresar y okupar su propia casa: “No teníamos donde ir y mis hermanos decidieron ir a abrir el piso, que no lo defiendo, pero ante la desesperación puedo entender que mis hermanos hayan pensado en que los pequeños no se queden en la calle”.
La familia se ha desvinculado de los altercados producidos: "No hemos querido que lo hagan, y si lo han hecho es porque han querido, que no metan a mi padre. He visto gente y comunicados que dicen que es por mi padre. Mi padre, de hecho, lo ha intentado parar”.
El alcalde de Salt, Jordi Viñas, ha querido pronunciarse al respecto condenando los hechos: “Hemos encontrado en la calle a gente que venía encapuchada y por lo tanto preparada y dispuesta para hacer actos vandálicos”. Viñas ha insistido en que los disturbios acontecidos son puntuales y que espera que no se vuelvan a producir. Además, ha informado que se reforzará la seguridad policial en las calles de la localidad.
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