Dolores perdió a su marido y sus dos hijos en la DANA, ahora solo pide justicia: “Me han quitado la vida”
La vida de Dolores cambió para siempre el día de la riada: “A las seis y media ya se habían ido los tres y los tres perros”
El de Dolores es uno de los testimonios que la jueza que investiga la DANA ha recogido en su auto
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El auto de la jueza de Catarroja deja por escrito el testimonio de muchos vecinos afectados por la DANA. Describen cómo vivieron y sobrevivieron a la irrupción de la riada. Según informa Manu Reyes y Montse Ávila en el vídeo, muchos de esos relatos demostrarían que las muertes se produjeron antes de que llegara la alerta a los vecinos. Una de las historias más duras es la de Dolores, que perdió a sus dos hijos y a su marido aquel trágico 29 de octubre. Ahora, solo pide que se haga justicia para las víctimas.
La vida de Dolores cambió para siempre el día de la riada. Perdió a su marido y a sus dos hijos y todo ocurrió mucho antes de que se enviaran las alertas a los teléfonos móviles. “A las seis y media ya se habían ido los tres y los tres perros”, cuenta.
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Fue su hijo menor quien dio el primer aviso cuando vio la crecida del río. “Mamá vámonos de aquí que baja mucha agua y no se sabe por dónde baja”, le dijo a su madre. Dolores cuenta que su hijo menor salió detrás de uno de sus perros “sin ver el peligro que iba a tener”. “Mi marido pegó un chillido desgarrador al ver cómo se iba su hijo”, continúa su relato, rota de dolor, “y mi otro hijo fue a por su hermano, a socorrerlo”. Momentos después la riada los arrastraba con fuerza.
Aún le cuesta entender cómo no sonó la alarma a tiempo. Una alerta que le robó su vida y que difícilmente el dinero pueda solucionar ahora. “Aunque me pongan un montón de dinero aquí, 72.000 euros, ¿eso paga una muerte?”, se lamenta, “me han quitado la vida”.
Su testimonio es uno de los más de 20 casos de los que habla la jueza en el auto y que demostrarían que las alertas llegaron demasiado tarde, “si hubieran sido uno, dos o tres, pero es que han sido 228”.
Dolores continúa hablando con sus hijos y su marido, el mensaje siempre es el mismo, “hasta que no haya justicia, que paguen los que no han hecho bien ese trabajo, que se podían haber evitado todas esas muertes, no voy a descansar, ni voy a tener paz en mi interior, esa es la lucha que tengo por ellos” y lo seguirá siendo hasta que, de verdad, se haga justicia.
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