Amanece en Texas después de un día que Jesús Calleja nunca olvidará: su soñado viaje al espacio. Un hito que en Mediaset siguió casi un millón y medio de espectadores. Según informa David Jiménez y Sergio García García, nuestro compañero continúa en las instalaciones de Blue Origin tras su experiencia inolvidable. Suspense, momentos de sustos e instantes estelares y felices de ingravidez son todas las emociones que se han vivido durante su aventura. Aunque también con lo más importante: un final feliz.

Jesús Calleja tocó la cima más alta cuando, a 4.000 kilómetros por hora, la nave New Shepard se disparó hacia el espacio. Hoy, conocemos lo que pasó a más de 100 kilómetros de altitud. "Cuando me solté del asiento, con la ingravidez, estaba tan emocionado por grabarlo que me desorienté y pensaba que estábamos yendo en picado y era que iba al revés de todos los que estaban derechos", reconoce.

El propio Calleja, a bordo en el asiento número dos, grabó desde dentro de la nave más allá de la línea karman, la frontera que divide nuestra atmósfera con el espacio. En completa ingravidez, el aventurero pudo observar la curvatura de la Tierra desde fuera. Nuestro compañero es el tercer español en hacerlo y el primero sin ser astronauta. “Es tan abrumador, tan sublime. Ver este planeta que es de un azul casi fosforito o el universo negro, que no puedo describirlo porque no existe aquí. No tengo palabras”, reconoce.

Una proeza televisada en directo por primera vez en España. “Si pudiéramos tener todos la oportunidades de ver esto os aseguro que no existirían guerras ni presiones geopolíticas. Estamos destruyendo nuestra casa y esta es la casa de la humanidad”, reconoce. Un deseo de un hombre que ha conseguido hacer feliz a su niño interior tras lograr todo un sueño: viajar al espacio.

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