Valencia se prepara para recordar un día que se ha quedado grabado en su memoria. Mañana se cumplirá un año del incendio que arrasó el edificio de viviendas en el barrio Campanar. Julián, el portero de este bloque de viviendas, ha vuelto a visitar su portería tras finalizar la fase de desescombro a la espera de empezar la rehabilitación, según informa Lydia Cruz y Clara Marzà.
El fuego y el viento propagaron las llamas en el edificio a una velocidad imposible de controlar. El incendio dejó 10 muertos y 15 heridos. José Luis Más, portavoz de los vecinos, sostiene que se va “superando este trauma que ha sido muy fuerte”. El equipo de Noticias Cuatro ha podido acceder al interior para comprobar cuál es su situación.
Mañana se cumple un año del incendio en el que perdieron la vida 10 personas en Campanar. El proceso de desescombro ha terminado y se está esperando para comenzar la obra de rehabilitación cuanto antes. Algunas zonas del edificio, que quedó totalmente arrasado, tienen que estar apuntaladas por la destrucción de las llamas.
Julián, el portero que fue un héroe ese fatídico día, ha vuelto a pisar lo que era su hogar: “Al entrar aquí se me pone la piel de gallina. Ya me hubiese gustado ayudarles más”. Las paredes desnudas recuerdan cómo el fuego se propagó, azotado por el viento, por los pasillos. “Por la entrada de la izquierda había una llamarada enorme y un humo enorme que empezó a entrar por los conductos de respiración”, recuerda José Luis Mas.
La fase de desescombro ya ha acabado. Todos los vecinos agradecen a bancos y aseguradoras que se encarguen del 100% de la rehabilitación y a la Generalitat Valenciana que continúen con las ayudas de alquiler. La causa penal todavía sigue pendiente, pero no impide que las obras sigan su curso. De momento, 15 constructoras se han presentado a concurso para reconstruir ladrillo a ladrillo las vidas de estos vecinos.
“La rehabilitación es un homenaje a las personas que murieron aquí”, confiesa el portavoz. Tienen claro que la fachada será de otro material y quieren que tenga colores vivos. Eso sí, no dudan que cuando vuelvan a sus casas, a principios de 2027, Julián será su portero. “Mi gran ilusión es volver aquí y jubilarme con ellos”, reconoce Julián, quien no dudó en ayudar a los demás pese al riesgo de perder su vida en el interior de ese edificio.
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