Amor Roma y Aris Gómez son dos mujeres que saben muy bien el infierno que viven las mujeres que han trabajado para el productor pornográfico Ignacio Allende Fernández, más conocido como Torbe. Ambas han contado en 'Código 10' la forma en la que el director de cine las manipulaba y las sometía a vejaciones.

Si bien la primera no era obligada como tal a contraer relaciones sexuales, la segunda era forzada a tener sexo sin su consentimiento. E incluso, el director grababa las escena y las difundía. El riesgo que las empleadas tenían para contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS) era bastante alto.

Tanto Roma como Gómez han reconocido que mantenían relaciones con hombres que acudían con alguna ETS al piso de Torbe. Ellas también eran conocedoras de las infecciones que los individuos padecían y, aún así, no podían elegir si querían o no tener un encuentro con ellos. "Nos hacía seguir teniendo relaciones sexuales a pesar de estar contagiadas", dice Amor Roma sobre el detenido.

Además, ninguna de las mujeres que se sometían a ello tenían la posibilidad de hacerse una revisión médica o un análisis. "No teníamos asistencia sanitaria", comentan.

La mayoría de las víctimas son jóvenes, como los testimonios recabados por este programa. A la edad de 20 años, aseguraban que habían recibido muy poca educación sexual y que se sometían sin protección a los encuentros con los invitados a la casa de Torbe.

"Era consciente, pero muy nueva. No se hablaba de ello", dice Amor Roma. "Cuando me di cuenta fue cuando me hice los análisis, cuando ya no estaba con él. Tuve que tratarme yo sola", subraya.