Si hace pocos días el déficit de enfermeras en el país era noticia, las matronas no se quedan atrás. La falta de matronas comienza a ser un problema en España, quedándose a la cola de Europa en número de especialistas. Según informan M. Ávila, M. Pérez, Q. García y M. Tsunekawa en el video, la precariedad, el intrusismo laboral en el sector, la escasez de plazas formativas y el número de jubilaciones están llevando a los hospitales al límite. 

La presencia de las matronas en nuestro sistema de salud es imprescindible. Las especialistas de la salud reproductiva, sexual y maternal de la mujer son una pieza clave, sobre todo en el embarazo y el parto. Sin embargo, el déficit de especialistas comienza a hacer mella en los centros sanitarios. Según los últimos datos, faltan más de 5.000 matronas para alcanzar la media europea. 

España se sitúa en el cuarto puesto empezando por abajo respecto a número de matronas por cada 100.000 habitantes en Europa. La situación es crítica, según expone Gemma Falguera, matrona a meses de la jubilación: “Creo que van a faltar más matronas y que no vamos a poder llegar a toda la población”.  

La falta de plazas para especializarse es una realidad que azota al colectivo de matronas: “Son una media de 400 plazas anuales a toda España para ofrecer cada año 400 nuevos profesionales en matrona, y es insuficiente”, explica Elena González, de la Asociación Catalana de Matronas. Las más jóvenes son testigos de la escasez de plazas formativas en el momento en el que comienzan en la profesión, como cuenta María Gallego: “Es muy complicado conseguir plaza porque ya de por sí hay pocas plazas para acceder a una especialidad”. 

Los motivos del déficit de matronas se cuentan por montones. La realidad de las especialistas es que “los contratos son por lo general bastante precarios. Como máximo igual tienes un tiempo de unos meses, poca estabilidad y la especialidad tampoco está económicamente reconocida”. La precariedad laboral es una de las principales causas por las que se estima que el 30% de las plazas de este año se queden sin cubrir. 

El número de jubilaciones en el colectivo también azota de lleno a los centros sanitarios, “nos hemos encontrado que ahora estamos en una balanza que está desequilibrada en la que se marchan más de las que entran”. Además, “no se ha tenido en cuenta que hemos estado diez años sin producir matronas. Por lo tanto, llevamos un desfase en cuanto a un número de producción de matronas muy importante”. 

Se teme que, si no se ataja el problema, la profesión acabe por estar en riesgo, un riesgo que no puede ser asumido por las millones de mujeres en el país que necesitan de la labor de las matronas.  

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