La localidad de Chiva tiene decenas de casas afectadas que ahora serán derribadas, según informa Manu Reyes. Estas viviendas pertenecen a personas como Juanvi, quien lleva desde que nació en su domicilio. “Yo nací aquí hace 62 años, en esa ventana. Vengo dos veces todos los días y ahora la sensación que tengo es que he abandonado a un hijo”, confiesa. Y uno de los problemas a los que se enfrentan es que tienen que hacerse cargo de los gastos de esos derribos.

Los vecinos de Chiva, que viven cerca del barranco del Poyo, están a punto de presenciar cómo sus casas se convierten en escombros. Son las viviendas que han quedado inhabitables tras el paso de la riada que ahora tienen que ser derribadas.

Juanvi es uno de los vecinos afectados por el derribo de las casas. “Yo necesitaré dentro de un año una vivienda, pero no puedo estar con la edad que tengo dando tumbos para arriba y para abajo”, explica él. En la misma situación está Pilar, quien ha perdido su casa: “Yo cuando llueven cuatro gotas estoy llorando y me quiero ir a mi casa. Bueno, a la de mi hijo que es donde estoy ahora. Es muy fuerte de llevar”.

 Hadi perdió su vivienda y sobrevive como puede cocinando en su tienda: “Aquí llevo cinco años. Mi casa está frente a mi tienda”. Son casas perdidas y recuerdos de toda una vida que se esfumarán por la riada. Y por el momento, no saben dónde ni cómo podrán volver a empezar.

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