Según las últimas estadísticas, solo el 13% de la población española compra únicamente de forma online. Sin embargo, el 76% de los españoles combina tiendas físicas y virtuales, lo que implica que a lo largo del año se realizan millones de transacciones que pasan por las manos de la compañías de paquetería.
Sin embargo, cuando esta variante entra en la ecuación trae consigo una serie de interrogantes sobre la legalidad y seguridad de ciertas prácticas, como es la de dejar los paquetes en el rellano de un edificio cuando el destinatario no está disponible.
En estos casos los envíos quedan expuestos a robos y daños ambientales, además de convertirse en una disputa entre la empresa de paquetería y los destinatarios de estos envíos. ¿Qué se puede hacer en estos casos? ¿Es legal que hagan esto cuando estamos esperando un envío y no estamos en casa?
Según la legislación vigente, las empresas de mensajería tienen la obligación de entregar los paquetes directamente al destinatario o a una persona autorizada por este. Dejar un paquete en el rellano de un edificio, sin contar con el consentimiento previo del comprador, no se ajusta a lo establecido en las normativas comerciales.
El Reglamento de Comercio Electrónico (UE) 2018/302 exige que las empresas garanticen que los bienes lleguen al destinatario en condiciones óptimas, pero no especifica detalladamente cómo debe llevarse a cabo la entrega en situaciones donde el destinatario está ausente. Al dejar un paquete en un lugar no seguro como un rellano, se incumple esta garantía, lo que podría acarrear responsabilidades para la empresa de paquetería.
Cuando un paquete es dejado en el rellano y se pierde o sufre daños, la empresa de mensajería sigue siendo responsable. El destinatario tiene derecho a reclamar la reposición del artículo o el reembolso del importe pagado. Esto se debe a que la entrega no se considera efectuada correctamente si el destinatario no ha recibido el paquete directamente.
Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) indica que un 15% de los compradores en línea han experimentado problemas con paquetes dejados en lugares no seguros. La falta de pruebas de entrega puede complicar la resolución de estos casos.
Otra práctica común es la entrega de paquetes a un vecino o al conserje del edificio. Aunque puede parecer una solución conveniente, también plantea problemas legales si el destinatario no ha dado su autorización explícita. La normativa establece que cualquier persona que reciba el paquete debe contar con el consentimiento previo del comprador.
Si bien algunos portales de comercio electrónico permiten especificar vecinos o conserjes como receptores autorizados, esta opción debe ser seleccionada voluntariamente. En ausencia de autorización, la entrega se considera incompleta.
Si encuentras tu paquete en el rellano sin haberlo autorizado, tienes derecho a actuar. Estas son las recomendaciones:
El caso extremo de Estados Unidos
En América del Norte la costumbre de dejar paquetes en la puerta de las casas es mucho más común y se trata de una práctica generalmente aceptada. Sin embargo, esto también ha llevado consigo un aumento en el fenómeno conocido como "porch piracy" (robo de paquetes de la puerta).
En respuesta a este creciente problema, muchas personas en estos territorios han adoptado cámaras de seguridad y buzones de paquetes bloqueables. Las empresas de paquetería también ofrecen opciones como entrega programada o la opción de dejar instrucciones específicas para la entrega.
Volviendo dentro de nuestras fronteras, hay que dejar claro que abandonar un paquete en el rellano de un edificio, aunque puede parecer práctico, plantea numerosos riesgos y problemas legales. Para las empresas de mensajería, este tipo de entrega no cumple con los estándares establecidos, mientras que para los compradores supone un riesgo innecesario de pérdida o daño.
Como consumidores, es fundamental conocer nuestros derechos y actuar en consecuencia si estas situaciones ocurren. Adoptar medidas preventivas, como especificar instrucciones claras de entrega o utilizar puntos de recogida, puede evitar complicaciones.