La quinta jornada del juicio por el caso Rubiales llega con el testimonio de Montse Tomé, actual seleccionadora femenina de fútbol y la número dos de Jorge Vilda durante el mundial de 2023. Tras haber declarado a lo largo de la semana pasada compañeras de Jenni Hermoso y Luis de la Fuente, actual seleccionador del equipo masculino, Tomé se sienta ante el juez como testigo para clarificar las decisiones que tomó tras el beso no consentido que le propició Luis Rubiales a Jennifer Hermoso tras la final del mundial de Sídney. 

Montse Tomé representa una de las piezas claves de la cúpula de la RFEF. Tras el beso por el que se le acusa a Luis Rubiales de un delito de acoso sexual y un delito de coacciones, la seleccionadora apartó a Jenni Hermoso de la siguiente convocatoria de la selección. Esto ocurre justo un mes después de que a la jugadora le nombrasen la segunda mejor futbolista del mundial femenino, una decisión que fue muy polémica en la opinión pública. 

Tomé ha reiterado en repetidas ocasiones durante la sesión que no convocar a la denunciante “no fue un castigo”. La seleccionadora se ha respaldado en que “deportivamente no estaba en las condiciones para ejercer lo que teníamos que hacer en esa fecha”: "La decisión de no convocar a Jennifer Hermoso son temas deportivos y yo soy la absoluta responsable de eso (...) En ese momento, Jenni no había tenido el entrenamiento suficiente con su equipo. Había participado o había tenido dos partidos donde la actuación de Jenni había sido de 3 y 7 minutos”.  

Tomé también ha querido aclarar que la crisis mediática pesó sobre su decisión: “La presión mediática que estábamos teniendo me hizo tomar la decisión y como seleccionadora, creer que había otras jugadoras en mejores condiciones para defender a la selección”. La testigo ha insistido que ni Rubiales ni Jorge Vilda, también acusado y antecesor de Tomé en el cargo, influyeron en su resolución. 

La seleccionadora también fue cuestionada por su asistencia en la asamblea convocada por Rubiales en la que trató de aclarar el beso e insistió en no dimitir. El nombre de Vilda se volvió a poner en la palestra. Tomé aseguró ante las preguntas de la fiscal que asistió presionada por Jorge Vilda y que se sintió muy incómoda haciéndolo: “Yo le dije que por qué si nunca había ido y me dijo que tenía que estar”. 

La testigo ha revelado cómo vivió los momentos posteriores al beso y el alcance mediático que tuvo como consecuencia: “Yo no sabía el alcance de la situación, no lo viví en primera persona ni estuve en una conversación sobre este tema. Como he comentado, el beso no lo presencié y bueno, no hablo con Jenni". 

En la recta final de la sesión, el juez José Manuel Fernández-Prieto volvió a tener encontronazos con la fiscal. Uno de los abogados también fue protagonista de otro de los choques con Fernández – Prieto: "Está insistente con el acoso. ¿Le pegamos para que diga lo que usted quiere?" Los testimonios de esta quinta jornada además han sido calificados por el juez como “insulsos”. 

El juicio se reanudará este martes a las 10.00 horas, una fecha clave que contará con la declaración de varios peritos y con la de los acusados. Luis Rubiales declarará, jugándose más de dos años de prisión. 

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