Los asentamientos chabolistas de la M-30: las duras historias que se esconden a unos pasos de la carretera
Decenas de migrantes se instalan en chabolas a unos pasos de la M-30
Yasir y Amin se refugian del frío y estudian español en un asentamiento chabolista
De la patera a trabajar en Sanxenxo: así se han integrado un grupo de malienses que llegaron hace tres meses
A pocos pasos de la M-30, del tráfico y del frenetismo que caracteriza a la capital, se esconde una dura realidad. La M-30 se ha convertido en el refugio de decenas de migrantes que llegan a nuestro país en busca de una nueva vida. En mitad del invierno, se alojan en chabolas a orillas de la carretera en unas condiciones infrahumanas.
Con solo girar la cabeza en la carretera, podemos avistar numerosas chabolas que llevan consigo duras realidades. Los migrantes se asientan en ellas para refugiarse del frío y tener un techo bajo el que dormir. Miles de conductores pasan diariamente delante de ellas, girando la cabeza e invisibilizando historias de personas que no tienen donde ir.
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Los inmigrantes viven en la M-30 porque es “más tranquila”, pero nos podemos encontrar asentamientos chabolistas en otras zonas como Fuencarral o Villaverde. Yasir lleva viviendo tres meses en el asentamiento. Hace dos años llegó desde Marruecos en patera y vive “ahora solo” en su chabola. Yasir viajó a la península para empezar de cero, pero “sin trabajo, hay cosas muy difíciles”.
Yasir y Amin se refugian en chabolas a orillas de la M-30
Durante el día estudia español y un curso de formación para conseguir su residencia: “Pido solo una oportunidad”. En mitad del invierno se refugia de las bajas temperaturas con vigas de madera. Yasir no es el único que lo hace. Su vecino Amin se protege del frio mientras estudia nuestra lengua en busca de un trabajo. Llegó a la M-30 hace apenas 20 días mientras su familia se aloja en Argelia.
Sin papeles, conseguir un empleo y una estabilidad económica en España es prácticamente inviable. Los trámites burocráticos para la obtención de papeles son extremadamente lentos. Como consecuencia de ello, las víctimas de la falta de oportunidades se seguirán viendo obligadas a asentarse en la M-30 y en las inmediaciones de las carreteras de nuestro país.
Yasir y Amin no son casos aislados, es la realidad de miles de personas que se ven silenciadas diariamente conviviendo en condiciones inhumanas. Mientras el derecho a una vivienda digna está en boca de todos como consecuencia de los altos precios de alquiler, con el chabolismo se mira hacia otro lado.
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