La preocupación por ahorrar combustible no se reduce solo a los costes, también implica reducir la huella medioambiental y conservar recursos. Es cierto, que los vehículos, actualmente, tanto los diésel como los de gasolina, consumen cada vez menos, dando unas cifras que hubieran sido inimaginables hace unos años.
Actualmente, los nuevos motores, que son más pequeños y con un menor número de cilindros, permiten ahorrar en el consumo de combustible haciendo de que se cumpla con la normativa en emisiones que hay prevista.
Planificar el viaje
A la hora de realizar un viaje, lo ideal es planificarlo bien. De esta manera se llegará al destino deseado de una manera más rápida, fácil y segura. También ahorrando combustible.
Ahora es muy sencillo gracias a las aplicaciones de Google Maps o Waze, se puede planificar la ruta más económica para consumir menos combustible y llegar más rápido.
La presión de los neumáticos
Para viajar seguro los neumáticos tienen que ir hinchados a la presión que indica el fabricante y también, dependiendo de las condiciones climatológicas. Cuando se conduce con una presión inferior a la correcta, el consumo de combustible puede aumentar en un 2% en áreas urbanas y un 4% en las interurbanas.
Además, otro detalle a tener en cuenta es que cuando se hace un viaje y el coche está muy cargado, hay que aumentar la presión de los neumáticos. De esta manera, llevándolos bien inflados, la resistencia de la rodadura será menor y el vehículo consumirá menos.
Limpiar el maletero y dejar lo imprescindible
Cuando se hace un viaje largo, el peso que pueda llevar el coche está muy relacionado con el consumo extra de combustible que pueda tener. No solo se trata de una cuestión de espacio, sino que conducir con 100 kilos de peso que sean innecesarios puede provocar que el consumo de combustible se dispare.
Si el coche se utiliza habitualmente, es muy recomendable hacer un repaso de todo lo que hay en el maletero y dejar en casa aquello que no se use. Cuando se utiliza el coche como almacén, se está incrementando sin saberlo el consumo de combustible. Además, hay que saber que es muy peligroso viajar con carga en el habitáculo, sobre todo si ésta no está ubicada correctamente.
Mantener una velocidad constante
Manteniendo una velocidad constante, evitando frenar, acelerar y cambiar de marcha en caso de no ser necesario. Lo que se busca es no tener una conducción brusca.
Hay que tener en cuenta que cuando se circula a más de aproximadamente 20 km/h con una marcha insertada, si no se pisa el acelerador el consumo de combustible es prácticamente inexistente. Cuando el coche está al ralentí, consume entre 0,5 y 0,7 litros a la hora.
Apagar el motor en paradas largas
Si el coche permanece al ralentí, esto puede suponer muchas desventajas, ya que el coche se calienta, el motor se puede deteriorar a largo plazo y provocar que se consuma una gran cantidad de combustible.
Si se apaga el motor en aquellos momentos donde se vaya a prolongar la parada, puede ser un ahorro mínimo en el día, pero a lo largo del tiempo se nota.
Marchas más largas
Utilizando las marchas más largas se consigue no revolucionar el coche, y por tanto, se reduce el consumo de combustible. Lo que se quiere conseguir con esto es tener una conducción eficiente.
También se puede circular con marchas largas y bajas revoluciones para evitar un consumo excesivo, incluso en ciudad, aunque suponga tener que pisar algo más el acelerador. Lo que se debe evitar siempre es que el motor vaya excesivamente revolucionado.
Vigilar el estado del filtro de aire
El aire acondicionado siempre va a suponer un ligero gasto de combustible, debido a esto, es necesario saber cuál es la forma más eficiente de usarlo. Y para ello, lo primero y principal es tener en cuenta en qué estado está el filtro, ya que si está mal, se puede producir una reducción de la potencia del motor y el consumo de combustible puede aumentar.
Aunque se pueda pensar que el coche consume menos con las ventanas bajadas, a ciertas velocidades es incómodo y contraproducente, ya que cuando se superan los 100 km/h puede incluso consumir más, ya que el vehículo es más aerodinámico con las ventanillas subidas.
La anticipación
Este es un consejo que puede ahorrar mucho combustible, sobre todo en ciudad que hay cientos de coches alrededor. Esto puede hacer que haya tirones innecesarios, pero si se mantiene una distancia de seguridad, estos se reducen. Además, también se pueden ahorrar ciertas situaciones como las de frenar bruscamente, o pegar acelerones.
Lo mejor es tratar el coche con suavidad y frenar o acelerar suavemente, mantener siempre una distancia considerable de seguridad y mantener una conducción responsable teniendo en cuenta el entorno donde se encuentra.