Jennifer Hermoso declara en el juicio contra Rubiales: “Me estaba besando mi jefe y eso no puede ocurrir”
Comienza el juicio contra Luis Rubiales por el beso a Jennifer Hermoso tras la final del mundial femenino de fútbol
La futbolista, ante la atenta mirada de su exjefe, ha afirmado que se sintió poco respetada y que mancharon uno de los días más felices de su vida
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Jennifer Hermoso se ha reafirmado en su declaración y asegura que el beso de Luis Rubiales el día que la selección española femenina ganó el mundial de fútbol no fue consentido. Según informan Isabel Sanz y María Galán en el vídeo, es lo que ha dicho la futbolista ante el juez en la primera sesión del juicio contra el expresidente de la federación, que se enfrenta a dos años y medio de cárcel por agresión sexual y coacciones. Ante la atenta mirada de su exjefe, Hermoso ha afirmado que se sintió poco respetada y que mancharon uno de los días más felices de su vida.
La futbolista ha declarado en la primera jornada del juicio por el beso no consentido de Luis Rubiales, pero no solo el expresidente de la federación se sienta en el banquillo de los acusados. Rubiales se enfrenta se enfrenta a dos años y medio de cárcel por agresión sexual y también coacciones. El mismo delito que se le imputa al director deportivo, Albert Luque; al responsable de marketing, Rubén Rivera y al exseleccionador femenino, Jorge Vilda. Los tres se juegan un año y medio de cárcel.
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Jennifer Hermoso ha negado que diera permiso a Luis Rubiales para besarle en la boca tras la final de Mundial de 2023 y afirma que este le faltó al respeto, dejando claro que se sintió "desprotegidísima". "Sentí que estaba fuera de contexto totalmente. Sabía que me estaba besando mi jefe y eso no debe de ocurrir en ningún ámbito laboral o social", ha relatado en su declaración en el juicio contra el exmandatario.
A preguntas de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, Hermoso ha asegurado que Rubiales manchó "uno de los días más felices" de su vida. "Y para mí es muy importante decir que en ningún momento busqué ese acto y ni mucho menos me lo esperé, porque a mi persona creo que se le faltó al respeto", ha incidido.
La delantera ha relatado detalladamente cómo ocurrieron los hechos. "Tocaba el pasillo de saludar a las autoridades. Saludé a la Reina, a la hija, y lo siguiente fue encontrarme con Luis Rubiales. Nos abrazamos, le dije 'la que hemos liado' y fue cuando él pegó el brinco y me dijo 'hemos ganado este Mundial gracias a ti'. Lo siguiente fueron sus manos en mis orejas y lo siguiente el beso", ha afirmado.
La jugadora ha sostenido que fue Rubiales el que pegó un brinco sobre ella. "Ahí me sostengo, el cuerpo lo echo un poco hacia atrás, sus piernas las eleva y las pone en mi cintura. Hay un retroceso hacia atrás y me mantengo fuerte para sostenerme", ha apuntado.
Niega que Rubiales le pidiera permiso: "Yo no entendí nada"
Hermoso, además, ha negado que Rubiales le pidiese permiso para darle un beso. "Yo no entendí nada (...) Ni sentí ni le vi gestualizar con su boca", ha explicado. Pero, aunque hubiera pedido permiso, la madrileña ha dejado claro que nunca se lo habría concedido. "Fueron milésimas de segundo. Sentí que estaba fuera de contexto totalmente", ha incidido, añadiendo cuándo accede a besarse con otra persona: "Solo cuando yo decido hacerlo".
En un primer momento, ha relatado, se encontró con Rubiales. "Él me dijo que se estaba hablando mucho por redes sociales y que podíamos pararlo ya. Le dije: 'Te va a caer porque sabes que esto no está bien' y él me dijo: 'Ya sabes que lo he hecho con efusividad, que es el momento'. Yo le dije: 'Ya sabes lo que has hecho'", ha referido.
Ya en el bus, se le acercaron los responsables de prensa de la federación con un comunicado "supuestamente escrito" con sus palabras y al que ella habría dado "consentimiento a que lo escribieran y lo mandaran".
"La verdad que bajé bastante como un poco atosigada. Ahí ya dije que no, que yo no iba a hablar, que no iba a hacer nada. Que no quería hacer nada más, y en un momento de hartazgo dije: 'Haced lo que queráis'. Y me volví a por mis maletas", ha continuado.
Hermoso trató en esos instantes de seguir "en modo campeona del mundo", haciendo lo que en su "corazón mandaba, que era poder disfrutar". "No me iba a quedar ningún ápice de remordimiento de no haber podido disfrutar de ese momento. Seguía bebiendo, seguía comiendo, quería emborracharme, quería hacer lo que una futbolista o un futbolista hace con una alegría tan grande de haber sido campeona de un Mundial", ha reconocido.
El siguiente acercamiento habría ocurrido en el aeropuerto de Doha, donde la selección hizo escala. Según Hermoso, Rubiales se le acercó pidiendo nuevamente ayuda y alegando que se le estaba tachando de "acosador" a raíz del beso.
El entonces presidente de la RFEF le pidió "por favor" grabar un vídeo conjunto. "Me pidió por sus hijas, que estaban llorando, yo le dije que lo sentía, pero que no iba a hacerlo. Me comentó que tenía una novia y que a ella no le había molestado. Y también me dijo una cosa, que sí que me dolió un poco: 'A ti y a mí nos gusta lo mismo'. Dando a entender como que no tenía más importancia", ha revelado.
Jennifer Hermoso asegura que una directiva de la RFEF le advirtió
Ya en el propio avión de vuelta, Rubiales le dijo que iba a hablar con su familia. Según la futbolista, su entonces entrenador, Jorge Vilda, se acercó a su hermano asegurando que llevaban "muchos años juntos", que le "quería mucho" y que se tenían "mucho aprecio", tratando de conseguir que la jugadora grabase un video con Rubiales.
Posteriormente, Hermoso se encontró con Ana Álvarez, la entonces directora de Fútbol Femenino de la RFEF, que le habría advertido sobre las maniobras de Rubiales y su entorno: "Lo que me dijo fue: 'Jenni, es que yo no sé nada, a mí me están dejando fuera, no me han contado nada. No me han contado lo que está pasando ni lo que están hablando y yo te digo que no lo hagas porque esta gente va así y van a intentar ir a envolver la situación para que supuestamente salga que no ha pasado nada'".
La jugadora ha asegurado que en esos momentos se sintió "desprotegidísima por parte de la Federación", que tenía que ser su "lugar seguro", dejando claro que "ni Vilda, que tanta confianza tenía" con ella, como el mismo dijo, "se dignó" a preguntarle "cómo" estaba.
Tras esas presuntas coacciones, habrían llegado las que sucedieron en Ibiza, donde las jugadoras celebraban el Mundial. Mientras comían, se le acercó Rubén Rivera, en ese momento responsable de Marketing de la Federación y también acusado en el juicio, al que Hermoso ha señalado como persona de la confianza de Rubiale.
Éste le habría dado un teléfono para que hablase con el entonces director de Integridad de la RFEF, Miguel García Caba, para presuntamente participar en un "proceso de protocolo de la Federación". "Me dijo que no estaba obligada, pero que había que hacerlo porque es un protocolo interno de la Federación y faltaba mi parte de decir lo que había pasado", ha señalado.
Un director de la RFEF le reprochó no haberle ayudado a "quitarle el mayor marrón de su vida"
La jugadora, que se negó a hacerlo, ha relatado que el siguiente en acercarse a ella fue Albert Luque, entonces director de la selección española, cuya presencia en la isla le resultó extraña. "Lo que sí entiendo es que, si está en el hotel, pues justamente donde estábamos nosotras, era por alguna intención", ha opinado.
Luque, según Hermoso, trató de conseguir como los otros acusados que ella suavizara lo ocurrido. Ella, ha explicado, le remitió a su amiga Ana Ecube, que se hizo cargo de la situación. El directivo de la RFEF, ante su negativa, le reprochó no haberle ayudado a "quitarle el mayor marrón de su vida".
Fue entonces cuando, presuntamente, él le envió una serie de mensajes deseándole lo peor y tachándola de mala persona. "La verdad que todas las palabras que hubo en ese texto fueron bastante desagradables con alguien que, supuestamente, como él dijo, era mi amigo", ha apostillado.
La cronología de los hechos: un beso que lo cambió todo
El juicio arranca un año y medio después de la victoria de España en el mundial, que quedó empañada por la actitud de Rubiales, pero él sigue sin entender por qué ha sido denunciado. Durante este tiempo, el expresidente de la federación ha tratado de justificar su comportamiento.
Todo comenzó el 20 de agosto de 2023. La selección española de fútbol femenino acaba de ganar el mundial en Australia y durante la entrega de medallas Luis Rubiales abraza con efusividad a Jennifer Hermoso, coge con las dos manos su cabeza y le da un beso en la boca. Ella sigue con la celebración y aclara a las compañeras que no le ha gustado nada.
A partir de ahí, la imagen del beso del expresidente de la RFEF a la futbolista da la vuelta al mundo y comienza el torrente de críticas. En pleno viaje de vuelta, la federación emite un comunicado para proteger a Luis Rubiales y atribuye a Jennifer una palabras que ella niega haber dicho: “Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. "El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento”.
Cinco días después, en una asamblea de la Federación de Fútbol, con la bola cada vez más grande y cuando todos esperaban que Rubiales dimitiría, él se atrinchera en el cargo, empoderado. “¿Es tan grave como para que yo me vaya habiendo hecho la mejor gestión del fútbol español?", se pregunta y deja claro, hasta en cinco ocasiones que "no voy a dimitir”.
Ese día, las jugadoras renuncian a la selección en un comunicado y salen en defensa de su compañera. Jennifer Hermoso rompe su silencio y asegura que en ningún momento consintió ese beso.
El comité de disciplina deportiva de la FIFA suspende provisionalmente a Rubiales y la fiscalía de la Audiencia Nacional abre diligencias de investigación contra él. Es entonces cuando Hermoso presenta una denuncia en la fiscalía general del Estado.
Luis Rubiales finalmente dimite con presidente de la Federación y, dos días después, es imputado por un posible delito de agresión sexual y otro de coacciones.
El juicio más mediático con periodistas de varias nacionalidades
Este caso se ha convertido en una los más mediáticos a nivel mundial. A la primera sesión del juicio han acudido más de 100 periodistas de 70 medios acreditados, muchos de ellos internacionales. Desde primera hora de la mañana nadie quería perderse la entrada de la protagonista en la Audiencia Nacional.
Una trinchera de cámaras ha presenciado la llegada de los imputados, que lo han hecho sin dar declaraciones, y después la de Jennifer Hermoso. El comienzo del juicio ha estado presenciado por periodistas de más de 15 países, como Alemania, Inglaterra, Estados Unidos o de Italia.
Además, hay un equipo de periodistas que están grabando un documental sobre el sexismo, la misoginia y el poder, según cuenta un cámara.
El juico, que se celebra en el polígono de San Fernando de Henares, cerca de Madrid, durará dos semanas y tiene cuatro acusados, debido a que la futbolista denunció presiones desde la federación. Ellos serán los últimos en declarar.
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