Las gafas de sol tienen fecha de caducidad: las consecuencias de utilizarlas en mal estado
Lo recomendable es utilizar gafas de sol con un grado 3 de protección, pero pueden llegar a caducar en "un verano"
Utilizar gafas de sol caducadas o en mal estado puede tener consecuencias irreversibles en los ojos
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Las gafas de sol se han convertido en nuestro gran aliado para los días de verano, pero hay que tener mucho cuidado. Las gafas caducan al cabo de cierto tiempo y pierden toda su protección, pudiendo generar consecuencias irreversibles en nuestros ojos. Las revisiones oftalmológicas y comprar gafas de calidad son indispensables para cuidar la salud ocular.
Gran parte de la sociedad acostumbra a pasar por alto el cuidado de las gafas de sol. Las llegamos a dejar amontonadas durante meses en un cajón o en cualquier parte del bolso, pero la realidad es que esto podría potenciar su deterioro. Las gafas de sol también caducan al cabo de un periodo de tiempo y es clave saber las señales que nos indician que debemos ir a la óptica a por unas nuevas.
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Las gafas de sol pueden perder su protección "incluso en un verano"
En el caso de las gafas de baja calidad que solemos encontrar en tiendas fast-fashion, la caducidad se produce mucho antes. La mayoría de estas lentes se usan como accesorio, ya que la protección es prácticamente nula y “el tratamiento que llevan o la protección solar del tintado se pierden" con extrema rapidez, tal y como explica Lidia Carrasco, de la óptica ARES.
Lo ideal es apostar por unas gafas con un grado 3 de protección, aunque pueden perder ese filtro “incluso en un verano”. En el caso de las gafas con degradado, la zona “va a ir perdiendo color y se va a quedar casi blanca, entonces nos va a entrar directamente la luz al ojo”. Es imprescindible revisar nuestras gafas, “si la vemos al trasluz, se va a ver que la película del tintado está levantada y aparecen halos” en el caso de las caducadas.
Las gafas de sol en mal estado pueden generar consecuencias irreversibles en los ojos
Cuidar nuestras lentes es clave para una buena salud ocular. Además, utilizar unas gafas caducadas, sin película protectora, rayadas o en mal estado pueden generar consecuencias irreversibles en un órgano tan sensible como es el ojo. Nos podemos encontrar con “pequeñas heriditas que duelen mucho, una fotoqueratitis, puede producir pterigión, que es una carnosidad que se ve la gente en la parte interna del ojo, puede producir cataratas y lesiones en la mácula”, según expone Enrique Santos, oftalmólogo.
Los expertos recomiendan revisiones oftalmológicas una vez al año en el caso de los adultos y dos veces en el caso de los niños, pero sobre todo, proteger y cuidar nuestros ojos lo máximo posible y revisar nuestras gafas.
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