Los casos de trastornos de la conducta alimentaria crecen en los más pequeños sin control. Lo que antes era una enfermedad más frecuente en los adolescentes, ha pasado a ser la pesadilla de miles de niños. Según informan P. Pereda, B. Van Erps, Q. García y A. García en el video, en el último año las hospitalizaciones en menores de 12 años por TCA se han disparado, una situación que preocupa a los médicos y a las familias. 

La anorexia, bulimia, trastorno por atracón o vigorexia se han asentado en nuestro diccionario de forma preocupante. Los casos de trastornos de conducta alimentaria no hacen más que aumentar y ahora se ceba con los más pequeños.  

Solo en un año, las hospitalizaciones de menores de 12 años por TCA han subido del 9% al 22%, tal como explica Beatriz Martínez Núñez, psiquiatra infantil del Hospital Niño Jesús: “Antes teníamos un 8% de casos que requerían ingresos. Sin embargo, ahora las cifras van por encima del 20%, incluso hasta el 28%”. Según datos de la Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (AEETCA) y la Fundación FITA, alrededor de 400.000 personas en España padecen algún TCA, y el 75% de ellas son personas de entre 12 y 24 años. 

La situación empeora por momentos y año tras año, los datos se multiplican, pero lo que más preocupa es que cada vez afecta a más niños, que requerirán mayor seguimiento en un futuro: “Sabemos que al final son pacientes que van a requerir un seguimiento más largo, van a requerir un acompañamiento porque tenemos también que transitar por toda la adolescencia”. 

Los médicos se muestran extremadamente preocupados ante la proliferación de este tipo de trastornos, que muchas veces son invisibles a ojos del resto: “A veces la pérdida de peso no es tan evidente porque son chicas que tienden a ocultarla, a veces usan ropa más ancha”. Al ser una situación excepcional y encontrarnos con pacientes tan jóvenes, los sanitarios no saben cómo será su evolución. 

Entre las causas de este aumento de casos se encuentra el masivo uso de las redes sociales. Acceder a información de forma temprana, normalizar modelos de belleza peligrosos y los trucos virales para tener el cuerpo perfecto, están acarreando consecuencias muy serias entre los más pequeños: “Las chicas ya van creciendo con más inseguridades de ver chicas super operadas en redes sociales que dicen que son naturales”, comenta Ivett, paciente de Cittca Institut Nepp. 

Los trastornos de la alimentación son una de las causas de muerte más frecuentes entre adolescentes. No hay que olvidar que estamos ante una enfermedad mental con consecuencias físicas, pero no siempre son tan evidentes, por lo que hay que estar muy atentos a las señales en los más pequeños: “Niñas más apáticas, más tristes, con irritabilidad”. 

Magali, paciente de ITA, empezó con la enfermedad antes de los 12 años: “Me daba atracones y luego me iba a vomitar. No quería que entrase nada en mi cuerpo, tampoco bebía agua (...) Sentía un odio hacia mí que no era normal”. Los problemas de autoestima y autoexigencia están detrás de la mayoría de caso de TCA, pero los traumas infantiles y comentarios que escuchamos en el colegio también incitan de manera preocupante a desarrollarlos: “De pequeña me dijeron una frase que se me quedó muy marcada que es: ‘Tienes barriga de embarazada’”.  

Muchos de los pacientes llevan prácticamente toda la vida conviviendo con la enfermedad. Los tratamientos y las recuperaciones de este tipo de trastornos son muy largos y se pueden extender durante años, como es el caso de Albert. El joven de 30 años lleva tratándose desde su adolescencia: “Era el gordito de la clase. Tuve que tapar los espejos”. Sin embargo, los expertos nos recuerdan que “es algo de lo que se sale” y que con ayuda, se puede escapar de esa gran pesadilla. 

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