Después de la polémica que se ha generado ante la filtración de las declaraciones de Elisa Mouliaá e Iñigo Errejón, en especial con las preguntas y el tono del juez de este caso a la denunciante, en 'Todo es mentira' hemos hablado en directo con Alfredo Arrién, abogado de la actriz.

"¿Se están plantenado denunciar al juez por prevaricar?", era la primera pregunta que le hacía Risto Mejide al abogado de Elisa Mouliaá y este respondía: "Nosotros tenemos una valoración diferente, consideramos que el filtro de la presunción de inociencia se tiene que atravesar a través de la declaración en contradicción de las partes de la denunciante. La presunción de inociencia la tiene Iñigo y esos derechos como investigado los tiene él, no Elisa, ella tiene que mostrar su veracidad y tiene que pasar la contradicción de una serie de preguntas que puedan desestabilizarla y garantizar que está diciendo la verdad. Prueba que ha sido superada y que continúa el procedicimiento".

Alfredo Arrién explica que si Elisa ha pasado un interrogatorio de un juez más duro, "tal vez un poco machista", podrá pasar el resto de declaraciones sin ningún problema: "Es algo que nos ha favorecido".

Como también hablaba directamente de este juez: "Se le conoce como muy duro con todo el mundo". Del que asegura que su metodología les ha favorecido: "Aunque sea poco ortodoxa, me parece correcto y nos ha favorecido mucho a nuestra postura".

"Hace 14 años celebré un juicio con este señor, una prostituta que había sido agredida sexualmente por un policía, este juez la creyó y condenaron a este policía hace 14 años. Confió plenamente en el hacer de él y que la justicia se va a hacer, de hecho está funcionando bien", nos afirmaba, como explicaba que los métodos ortodoxos del juez es una opinión que tiene reservada para él: "Es una persona con la que voy a seguir trabajando porque seguiré siendo abogado durante años y prefiero no decir nada de los métodos".

El que asegura que había prevenido a su clienta sobre esto: "Por supuesto, Elisa sabía perfectamente que Don Adolfo era un juez muy duro y que podía enfrentarse a momentos desagradables".

Como nos daba su opinión de la filtración de las declaraciones: "Es una fase de instrucción que debería ser secreta, se puede responder de cómo ha ido la situación, pero una filtración tan extensa y de unos elementos tan íntimos de las personas... es bueno para que la opinión pública vea cómo es un procedimiento real en su génesis, pero también deja al descubierto muchas cosas de la esfera más íntima de las personas que es un poco desagradable".