Daniel tiene poco más de cinco meses y cuatro de ellos los ha pasado ingresado en la UCI. Sara Palazón y Javier Baeza, sus padres, se sentían muy vulnerables al llegar a casa. Pero todo cambió con la ayuda de la Unidad a domicilio del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. En apenas un año, han tratado a más de 250 niños con todo tipo de patologías, según informa Montse Ávila.

Desde enfermos respiratorios o con tratamientos intravenosos hasta controles clínicos tras salir de la UVI o de neonatos. Esta unidad da una ayuda para la adaptación domiciliaria de los pacientes. “Lo que hacemos es una continuidad de cuidados, de pacientes que necesitan algún tipo de soporte y la familia que necesita un poco de ayuda”, explica Ana María Angulo Chacón, pediatra del Hospital de Gregorio Marañón.

Teresa y Nuria, enfermeras de Pediatría, preparan todo el material necesario para empezar con su ruta. “Llevamos desde batas, mascarillas y por si hay que sacar alguna analítica”, afirma Teresa Eizaguirre, enfermera. Lo hacen acompañadas de Ana, la pediatra, y juntas forman la Unidad de Hospitalización a domicilio del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

“Ofrecieron una alternativa a seguir y que es eficaz a la hospitalización convencional. De tal manera, el paciente sigue ingresado a todos los efectos pero en el domicilio y le mejora la calidad de vida”, destaca Angulo Chacón. Aunque estos pacientes tienen que cumplir unos requisitos. “Que estén estables y no se espere un empeoramiento en las siguientes horas, que vivan a 30 minutos del hospital y que la familia esté capacitada para la continuidad de los cuidados”, añade la pediatra.

Uno de sus pacientes es Daniel, de cinco meses. Nació con una rigidez que le provocó una parada respiratoria. “Está con una gastrostomía, come por el estómago y esta máquina de aquí nos da información antes de salir para aprender a usar todos los aparatos”, sostiene la madre.

“En el hospital estaba con la plana mayor, como le decimos nosotros, con los médicos y enfermeros. Al venir a casa, es como que se nos caía el mundo encima. Ahora, el mejor momento del día es cuando llegan ellos ”, confiesa el padre del bebé. La atención se extienda a un teléfono 24 horas disponible para ellos y que ofrece a muchas familias una mejora de vida posible desde casa.

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