Guerra abierta en Barcelona contra los souvenirs provocativos: el Ayuntamiento plantea limitar su venta

Comprar souvenirs o recuerdos es prácticamente obligatorio a la hora de viajar. Postales, llaveros, camisetas que recuerden a la ciudad visitada son un gran atractivo turístico en las capitales. Sin embargo, una nueva tendencia ha nublado este atractivo: la venta de objetos con mensajes subidos de tono e incluso ofensivos. Según informa Andrea López, el Ayuntamiento de Barcelona se plantea prohibir ciertos souvenirs que no representen la ciudad.  

Camisetas con mensajes sexuales, llaveros con la cara de Pablo Escobar e imanes con imágenes subidas de todo son algunos de los ejemplos que ocupan la infinita lista de souvenirs que se venden a pie de calle en Barcelona. Estos recuerdos pretenden plasmar la esencia de las calles y cultura de la Ciudad Condal, pero han terminado por dar de que hablar entre los máximos dirigentes. 

El Ayuntamiento de Barcelona plantea limitar la venta de ciertos souvenirs

El Ayuntamiento de Barcelona ha abierto una guerra contra los souvenirs. Las autoridades políticas se plantean eliminar de las tiendas de recuerdos aquellos objetos con una estética y mensaje cuestionable que poco tienen que ver con la cultura de la ciudad.  

Su objetivo es, por el momento, prácticamente inalcanzable. Además de ser algunas de las opciones más reclamadas por los turistas, es muy complicado establecer límites en la normativa vigente. En la actualidad, no es necesario poseer la licencia exclusiva de vendedor de recuerdos y la normativa no tienen fijado ningún criterio acerca de la estética de los souvenirs. 

Cataluña lidera el sector de los souvenirs en España

Jordi Coronas, portavoz de ERC en Barcelona aseguraba que “las tiendas que ofrecen recuerdos para turistas no han parado de proliferar en el centro de la ciudad en los últimos años, favoreciendo el monocultivo turístico”. Cataluña lidera el sector de los souvenirs en España con más de 12.000 establecimientos abiertos, representando uno de los motores económicos de la ciudad. 

Con más de 10 millones de visitantes en 2024 según datos del INE, los ciudadanos de Barcelona se muestran también en contra de los souvenirs provocativos: “Entiendo que la gente se lo compre por la gracia, pero no me parece que sea algo que poner en el escaparate”. 

La situación se encuentra paralizada por el momento, pero se prevé que el Ayuntamiento intente poner límites en la venta de este tipo de productos lo más pronto posible.  

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