7 islas de Europa en las que está prohibido ir en coche

  • No solo se busca proteger el medio ambiente, sino también preservar el patrimonio natural y cultural de cada emplazamiento

  • En estas localizaciones el tiempo parece detenerse, permitiendo a los visitantes reconectar con la naturaleza y disfrutar de una vida más tranquila y sencilla

  • Todo lo que debes saber si vas a viajar a Dubai

En un mundo dominado por el ruido y la contaminación de los vehículos motorizados, existen todavía remansos de paz en la forma de distintas islas en Europa en las que se restringe o prohíbe completamente la circulación de coches. 

El objetivo de estas curiosas medidas, que parecen casi ir en contra del progreso mismo, no solo es proteger el medio ambiente, sino también preservar el patrimonio natural y cultural de cada emplazamiento, ofreciendo de paso a los visitantes una experiencia única de tranquilidad y conexión con la naturaleza. Repasamos algunas de estas islas tan excepcionales, donde el tiempo parece detenerse y la vida se disfruta a un ritmo diferente.

Las 7 islas de Europa en las que no hay coches

Sark: el último estado feudal de Europa

Situada en el Canal de la Mancha, frente a la costa de Normandía, Sark forma parte de las Islas del Canal bajo la soberanía británica. En esta isla, los coches están completamente prohibidos, y sus aproximadamente 600 habitantes se desplazan a pie, en bicicleta o en carruajes tirados por caballos. Esta política ha permitido conservar el ambiente sereno y sus paisajes intactos.

Sark también es conocida por su rica historia, ya que fue el último estado feudal de Europa hasta 2008, cuando adoptó un sistema democrático. La prohibición de vehículos no solo sirve para preservar su entorno único, sino que también refuerza su carácter distintivo, convirtiéndola en un destino atractivo para quienes buscan escapar del mundanal ruido.

Hydra: un refugio sin coches en Grecia

En el golfo Sarónico, al sur de Atenas, se encuentra Hydra, una isla donde los vehículos motorizados han estado prohibidos desde la década de 1960. Aquí, los burros y las mulas son los principales medios de transporte, junto con bicicletas y los paseos a pie. Esta política ha permitido a Hydra mantener su arquitectura histórica, compuesta por mansiones de piedra y calles empedradas.

Hydra no solo es un paraíso visual, sino también un lugar de relevancia histórica. Durante la Guerra de Independencia griega en 1821, la isla jugó un papel crucial como base naval. Hoy, ofrece a sus visitantes una forma de escapar pacíficamente del ajetreo urbano. 

Lopud: la joya silenciosa de Croacia

A tan solo 30 minutos en ferry de Dubrovnik, Lopud es una pequeña isla que ha prohibido los coches para preservar su atmósfera tranquila. Sus playas, como Šunj, y su monasterio franciscano del siglo XV ofrecen un entorno de ensueño para los visitantes. La isla se recorre fácilmente a pie o en bicicleta, permitiendo a los turistas disfrutar de su belleza natural sin interrupciones.

Además de su tranquilidad, Lopud es conocida por su rica flora, que incluye naranjales y cipreses. Esta combinación de naturaleza y patrimonio cultural la convierte en un destino único en el Adriático. 

Porquerolles: naturaleza en estado puro

En la Costa Azul de Francia, la isla de Porquerolles es un ejemplo destacado de conservación. Los coches están prohibidos para proteger su ecosistema, que incluye playas de arena blanca, aguas cristalinas y una biodiversidad excepcional. Los visitantes pueden recorrer la isla en bicicleta o a pie, disfrutando de sus viñedos y sus impresionantes paisajes.

Porquerolles forma parte del Parque Nacional de Port-Cros, lo que garantiza su protección a largo plazo. Además, su fuerte del siglo XVI añade un toque histórico a esta joya del Mediterráneo.

Islas Príncipe: El paraíso tranquilo de Turquía

En el mar de Mármara, cerca de Estambul, las Islas Príncipe han prohibido los coches para preservar su encanto histórico y natural. Los residentes y visitantes se desplazan en bicicletas, carruajes tirados por caballos o a pie, lo que garantiza un ambiente pacífico. Sus mansiones victorianas y paisajes pintorescos son un recordatorio del pasado aristocrático de estas islas.

La más grande, Büyükada, es conocida por sus rutas de senderismo y vistas panorámicas. Este archipiélago ofrece un contraste extremo, pero a veces necesario, respecto a la capital de este país, Estambul. 

La Graciosa: El tesoro sin carreteras de España

Parte del archipiélago Chinijo, al norte de Lanzarote, La Graciosa es un ejemplo único de vida sin carreteras asfaltadas ni vehículos motorizados convencionales. Los desplazamientos se realizan a pie, en bicicleta o en vehículos todoterreno autorizados. Su entorno volcánico y playas vírgenes la convierten en un refugio para quienes buscan desconectar y disfrutar de la naturaleza.

Desde 2018, La Graciosa es oficialmente la octava isla habitada de Canarias, lo que ha incrementado su visibilidad como destino turístico sostenible. 

Hiddensee: El paraíso alemán sin coches, ni motos

Situada en el mar Báltico, Hiddensee es una isla alemana donde los automóviles privados están prohibidos. Solo se permiten vehículos motorizados para servicios públicos y usos agrícolas, lo que la convierte en un destino libre de coches. La mayoría del tráfico se realiza a través de carros tirados por caballos, bicicletas y a pie, preservando su ambiente tranquilo y natural.

Por qué son especiales estas islas

Estas islas no solo destacan por su belleza, sino también por el compromiso de sus comunidades con la sostenibilidad. Al prohibir los coches, han logrado preservar su patrimonio cultural y natural, ofreciendo una experiencia única a quienes las visitan. Son un recordatorio de que es posible vivir en armonía con el medio ambiente, incluso en un mundo cada vez más dependiente de la tecnología.

En estas localizaciones el tiempo parece detenerse, permitiendo a los visitantes reconectar con la naturaleza y disfrutar de una vida más sencilla y auténtica. Si buscas un escape del estrés cotidiano, estas islas son el destino ideal.

Noticias Cuatro