David Aleman se adentra en una aventura aérea para simular lo que ocurre si un avión choca con un ave: ¿Es su impacto tan peligroso?

El 2024 ha sido un año 'horribilis' en el tráfico aéreo: se han producido 11 accidentes en vuelos comerciales y 314 personas han perdido la vida en ellos.

Además, las pasadas navidades han sido el colofón al desencadenarse 4 siniestros aéreos en tan solo 24 horas. Por ello, en 'Código 10' nos preguntamos si tan peligroso sigue siendo este medio de transporte y lo que puede suceder si en pleno vuelo el vehículo impacta con un ave.

Para ello, el presentador del programa David Aleman se ha metido de lleno en una aventura aérea y ha acudido a un simulador de vuelo donde, junto al instructor Javier Moya, ha podido saber qué ocurre en ese caso.

Lo que ocurriría si un avión impacta con un ave en pleno vuelo

A 18.000 pies, el avión notaría el fuerte choque del animal, lo que acabaría activando una alarma. "A partir de ahí empezaríamos los procedimientos de fuego en un motor o fallo de turbina", explica Moya.

Poco después, se debería apagar esa turbina y defender el avión. "Vamos a forzar lo que sería una semiconexión", dice el instructor mientras simula un descenso.

Javier Moya asegura que en ese supuesto el pasajero que no lleve el cinturón de seguridad "estaría en el techo" y tendrían lugar muchas turbulencias. Los pilotos deberían bajar a unos 8.500 pies por minuto. "Ahora empezará a quejarse de sobrevelocidad. Tenemos aquí 'overspeed'", señala.

¿Podría la IA actuar en un caso de emergencia aérea?

En definitiva, las prioridades de los pilotos pasarían por "hacer que el avión vuele seguro, solventar el problema y dejarlo en el suelo". Eso sí, Javier Moya tiene claro que "es fundamental volar con dos pilotos" porque la carga de trabajo "se duplica exponencialmente".

Algunas aerolíneas han dejado la puerta abierta a sustituir a un piloto por la Inteligencia Artificial para dirigir un avión comercial. En un caso como el que acabamos de relatar, Moya advierte de que esta tecnología puede jugar una mala pasada porque el piloto automático no actúa cuando ocurren hechos inesperados en mitad del vuelo.

"¿La IA va a ser capaz de tomar las decisiones apropiadas de llevar el avión a tierra en buenas condiciones?", se cuestiona el instructor.