El síndrome del niño hiperregalado en Navidad: las consecuencias en la salud mental de los menores
Los menores pueden desarrollar este síndrome cuando se les regala cantidades ingentes de obsequios
La baja tolerancia a la frustración y las rabietas son las consecuencias más comunes
Papá Noel llega a Paiporta cargado de regalos para repartir una pizca de felicidad entre la destrucción
La Navidad se ha convertido en sinónimo de regalos. Las mañanas del 25 de diciembre y del 6 de enero son las favoritas de los niños. Miles de familias se dedican a comprar cantidades ingentes de regalos para complacer a los más pequeños, pero puede llegar a ser perjudicial. Como informa Patricia Vázquez en el video, a raíz de estas conductas, los menores son capaces de desarrollar el síndrome del niño hiperregalado, un síndrome que tiene consecuencias muy negativas en la salud mental de los niños.
Con tal de complacer a los más pequeños, muchas familias son capaces prácticamente de todo. Año tras año, Papá Noel y los Reyes Magos vienen cargados de numerosos regalos para que los niños disfruten todo el año, pero es de vital importancia medir la cantidad de obsequios y juguetes que se regalan.
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Las rabietas son una de las consecuencias del síndrome del niño hiperregalado
El síndrome del niño hiperregalado es más frecuente de lo que pensamos y los efectos que tiene sobre la salud mental son muy perjudiciales en la infancia. Algunas de las consecuencias, como explica David Aguilar, psicólogo de Rondasalud, son “las rabietas cuando no es exactamente lo que han pedido o cuando reciben más cosas de las que han pedido y no les hacen caso, se aburren”.
Los más pequeños reciben una media de 10 regalos en estas fechas: “Hoy en día, los niños están muy exigentes con los regalitos”. La realidad es que “están saturados ya de cualquier cosa” y cuanto más permisiva sea la familia con las solicitudes, las consecuencias van a ser peores.
Los pediatras recomiendan dosificar los regalos para evitar consecuencias
La baja tolerancia a la frustración es uno de los efectos directos de este síndrome: “Estamos educando a nuestros hijos de cara a que no son capaces de tener una frustración. Piden y se les da”. La falta de gratitud también está presente en los menores con el síndrome del niño hiperregalado, además de un pensamiento totalmente consumista.
Muchos pequeños tampoco son capaces de apreciar la cantidad de regalos que se ponen debajo del árbol dado a la sobreestimulación que se genera. Los pediatras alertan a las familias que en plena campaña de Navidad y a unas horas de la Noche de Reyes: lo ideal es dosificar la cantidad de regalos y pasar más tiempo en familia.
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