El mantero -que se tiró ayer al Guadalquivir en Sevilla- estaba huyendo de la Policía Local cuando decidió lanzarse al río sin saber nadar. Esta noche, una veintena de personas ha irrumpido de forma violencia en la comisaría buscando venganza, según informa Ana Verdejo.

Rompiendo los cristales de la comisaría y en actitud violencia, esta ha sido la respuesta de los familiares del hombre fallecido tras ahogarse en el río Guadalquivir. Se trataba de un hombre de 43 años que ejercía la venta ambulante ilegal. Los hechos ocurrieron en la céntrica Avenida de la Constitución.

Un hombre de 43 años, que se dedicaba a vender camisetas deportivas en el centro de Sevilla, comenzó a huir al percatarse de la presencia de los agentes de la Policía Local. En la zona del Muelle de Nueva York, el vendedor ambulante se agarró al pretil de la dársena del río. En su desesperación, se tiró al agua sin saber nadar y fue incapaz de mantenerse a flote. Dos de los agentes se arrojaron al río para intentar salvarle la vida sin éxito.

Los equipos de rescate acuático acabaron sacando el cuerpo sin vida del varón de 43 años. Minutos más tarde, un grupo de conocidos de la víctima acudió a la jefatura de la Policía Local y allí comenzaron a lanzar objetos contra la sede policial. Tras destrozar la puerta de entrada, hirieron a dos agentes. Más de un centenar de Policías han blindado la comisaría para evitar posibles nuevos altercados. El incidente se ha saldado con un detenido, al que le atribuyen delitos de atentado a la autoridad y desórdenes públicos.

Tras la noche de tensión, sigue habiendo versiones enfrentadas entre Policías y manteros. Según informa Jara Gómez, los manteros son tajantes con el asunto. Aseguran que llegaron en patera, que conocen el agua y el mar y no se creen que su compañero no supiese nadar. Así, desmienten la versión de las autoridades y piden que lo que ocurrió ayer se trate como un asesinato y no como una muerte voluntaria. Los manteros recalcan que nunca han tenido un trato digno de la Policía Local y sostienen que no saldrán a ganarse la vida en las calles por solidaridad con su compañero.

“Se agarró a donde se amarran los barcos y nunca se zafó de lo que llevaba. En un momento determinado, lejos de agarrarse de los brazos de los agentes, se soltó”, explica Antonio Luis Moreno, jefe de la Policía Local de Sevilla. Una versión que no convence a los manteros. “Los senegaleses viven en el mar y venimos en patera. Saben nadar y él era un hombre de 43 años”, señala uno de ellos. Los manteros han convocado una manifestación para el próximo jueves.

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