Los vecinos de Batán, en Madrid, los han bautizado como ‘los túneles del terror’. Se trata de los ocho pasos peatonales subterráneos que se encuentran bajo la A-5, conectando los barrios de Aluche, Lucero y las Águilas con Casa de Campo y Campamento. Desde hace décadas, se ha convertido en la escena de una película de terror. Decenas de atracos y hurtos con violencia se efectúan en ellos, sembrando el pánico entre los madrileños. 

Justo debajo de la autovía de la A-5 se encuentran los ocho ‘túneles del terror’ de Batán desde hace más de 50 años. Los pasos peatonales que han sido testigos de decenas de escenas de violencia se implantaron en los años 60. Desde ese momento, los túneles han sido la localización perfecta para los delincuentes. 

Los atracos están más que normalizados en los túneles: “Me quitaron la cadena y se escaparon”. Las víctimas suelen ser personas mayores, pero ha habido de todo en los últimos años. La violencia que se produce en los hurtos tiene intranquilos a los vecinos, que evitan a toda costa llevar encima joyas o dinero para no ser la diana de los delincuentes: “Yo hace ya años que no me pongo absolutamente nada”. 

Muchas mujeres se ven obligadas a ir acompañadas para sortear el peligro: “A mí no me da miedo, pero para una señora que venga por aquí sola es muy peligroso”. La oscuridad y el ruido predominan en el interior de los túneles. Más de 80.000 vehículos atraviesan la autovía diariamente mientras los ciudadanos cruzan con miedo los pasos habilitados. 

Los delincuentes cometen sus ataques a través de diferentes técnicas. La del mataleón es una de las utilizadas con mayor frecuencia. La presencia de las drogas en los túneles han incrementado el nivel de violencia, ocasionando incluso apuñalamientos: “Había muchos drogadictos, entonces me pusieron una navaja en el estómago. Estaba tan dorgado que no se dio ni cuenta de los que estaba haciendo”. 

Los vecinos estiman que este último año se han reducido los atracos debido al aumento de presión policial en la zona y sus inmediaciones. Aunque se sigan produciendo escenas de violencia, estas terminarán por erradicarse en 2026 tras la obra de soterramiento de la A-5 y la creación del Paseo Verde del Suroeste. 

Las obras, que tienen la intención de terminar con los túneles de la A-5, dieron comienzo el pasado mes de octubre. El Ayuntamiento de Madrid tiene previsto que finalicen en 25 meses. Además de la eliminación de ‘los túneles del terror’, se habilitarán 30.000 metros cuadrados de jardines y avenidas peatonales, desde la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer. La obra que finalizará en 2026 traerá consigo la tranquilidad de miles de vecinos de Batán, que verán como sus vidas dejan de correr peligro. 

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