Sigue la búsqueda de los presos fugados de la cárcel de Picassent: podrían haber recibido ayuda de un trabajador
Los reclusos se fugaron utilizando objetos de la prisión y podrían haber sido ayudados por algún trabajador de la misma
Sergio Cabello Domínguez, de 43 y David Montejano García, de 39, son dos delincuentes violentos y reincidentes
Fuga en Picassent, Valencia: dos presos escapan aprovechando el partido de fútbol Barça-Atlético
Continúa la búsqueda de los dos presos fugados de la cárcel de Picassent el pasado 21 de diciembre. Ambos reclusos, delincuentes reincidentes y violentos, habían planificado la huida con antelación y utilizaron elementos de la propia prisión para escapar. Ahora se investia si podrían estar compinchados con algún trabajador del centro.
Sergio Cabello Domínguez, de 43 y David Montejano García, de 39 están en busca y captura. Son los dos presos que el pasado 21 de diciembre se fugaron de la prisión valenciana de Picassent, donde cumplen condena por robos con violencia e intimidación. Son delincuentes reincidentes y violentos. Cabello es natural de la Eliana. Montejano es de Paterna. La Guardia Civil los busca ahora en sendos municipios y en los alrededores. Uno de ellos tiene orden de alejamiento de sus hijos.
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La huida se produjo durante el partido del Barcelona y el Atlético de Madrid, aprovechando el alboroto, al parecer llevaban tiempo planeándola. Ambos están en segundo grado, en el módulo para internos conflictivos.
Entre las nueve y las once de la noche, los presos forzaron los barrotes de las ventanas de sus celdas utilizando unas barras metálicas y mancuernas que habían sustraído del gimnasio, que está en el patio. A estas instalaciones solo entran 3 o 4 internos al mismo tiempo y les cierran por dentro. A la salida les cachean, por lo que investigan si podrían estar compinchados con algún trabajador del centro.
La electricidad del vallado no funcionaba y las alarmas tampoco saltaron
Tras forzar las rejas se descolgaron utilizando varias sábanas anudadas hasta un patio, que tiene ángulos ciegos, es decir, que no se ven a través de las cámaras de seguridad. La electricidad del vallado no funcionaba y tampoco las alarmas, que no saltaron en ningún momento.
Desde el patio se dirigieron a la zona del portón de mercancías, que forzaron usando los mismos elementos y saltaron un pequeño muro. Fueron los agentes de la Guardia Civil que custodian el perímetro de la prisión quienes lo descubrieron y dieron la voz de alarma. Los funcionarios realizaron un recuento extraordinario. Todo hace pensar que alguien les habría esperado con un coche para culminar esta evasiva.
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