Unos meses después de dar comienzo la campaña de vacunación contra la polio en la Franja de Gaza, la Unión Europea alerta sobre la presencia del virus en al menos una decena de ciudades europeas. Barcelona ha sido una de las ciudades afectadas, teniendo presente el virus en aguas residuales. Como informan Marta Aguirregomezcorta y Marta Álvarez en el video, las autoridades sanitarias hacen un llamamiento de emergencia para asegurar que todos los niños estén vacunados, el blanco fácil para este virus.
Hace apenas tres meses, la depuradora del Bèsos en Barcelona detectaba el virus de la polio en sus aguas residuales. Las alarmas saltaron cuando en al menos diez ciudades europeas también se había manifestado. Países como Polonia, Alemania, Reino Unido y Finlandia se encuentran en estos momentos alerta, aunque esto no es algo novedoso, tal y como apunta Fermín García, pediatra y vacunólogo: “Pasó ya hace unas décadas en Rusia, donde dejaron de vacunar un tiempo y empezaron a producirse casos de polio”.
En el último año se ha detectado el virus en 36 países, pero se creía erradicado en la Unión Europea desde hace más de dos décadas gracias a los procesos de vacunación. Los expertos barajan dos posibilidades en torno a la presencia del virus en el continente europeo: o bien que lo hayan introducido viajeros de otras regiones, o bien que se esté propagando por contagios entre personas. En ambos casos, “está ahí el germen, que en momento dado, sobre todo aquellas personas que no hayan recibido la vacuna pueden padecer la enfermedad”.
La polio “es una enfermedad grave que puede ser mortal y que no podemos perderla de vista porque la tenemos aquí”. Afecta principalmente a niños menores de cinco años y puede causar secuelas neurológicas irreversibles como la parálisis o la pérdida de movilidad y sensibilidad en algunas partes del cuerpo. Además, la transmisión es extremadamente rápida, sobre todo a través de contaminación fecal o aerosoles de la garganta, pero cerca del 70% de los enfermos no presentan síntomas, según informa el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC)
La Unión Europea insta a la calma, aunque pide que las familias y los centros médicos se aseguren de que los menores estén vacunados del virus. Así lo ha comunicado el ECDC: “Si bien aún no se han determinado el impacto en la salud pública y la importancia de los hallazgos de las muestras de aguas residuales, las acciones prioritarias siguen siendo las mismas: vigilancia efectiva y alta cobertura de vacunación en todas las comunidades. Europa sigue teniendo una gran capacidad para alcanzar ambos objetivos”.
Por el momento, las autoridades se encuentran realizando “investigaciones genéticas, para limitar el riesgo de reintroducción y transmisión sostenida del poliovirus en la Unión Europea”.
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