Este domingo hace una semana que Siria despertaba sin el dictador Bashar al Assad, que había huido horas antes a Moscú. Hoy se reabren las escuelas y universidades y se lanzan mensajes de esperanza y apoyo desde occidente, aunque el panorama es muy incierto en un país que vive bajo el fantasma y las secuelas de una guerra civil, como informa Laura de Chiclana desde Damasco.

Con la reapertura de escuelas y universidades, en las aulas se respira sobre todo optimismo: "Estoy feliz, ya no vengo con miedo a ser reclutado por el ejército del régimen", explica un joven.

Abu Mohamed al-Golani, el nuevo hombre fuerte de Siria, vuelve a tranquilizar en una entrevista para la televisión del país: quieren respetar a las minorías y no buscan la guerra con Israel a pesar de que el ejército hebreo bombardea los alrededores de Damasco e invade territorio más allá de la zona desmilitarizada.

Al Golani, el líder rebelde, es considerado terrorista por Estados Unidos, que puso hasta precio a su cabeza: 10 millones de dólares. Pero en esta nueva fase, Estados Unidos reconoce haber iniciado contactos con su organización: "Hemos hablado con la organización para la liberación del levante y con todas las demás facciones".

Mientras, las tropas rusas, se retiran poco a poco del país sin que aún se sepa qué ocurrirá con sus bases militares. Erdogán ha apoyado a los rebeldes y la embajada turca es la primera reabierta en la nueva siria.

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