La psoriasis representa una de las enfermedades inmunomediadas más invisibilizadas aun afectando a más del 2% de la población nacional. Como informa Víctor Garrués en el video, la enfermedad que provoca descamación en la piel, condiciona la vida de miles de pacientes. Valor Mediaset España recuerda la importancia de la visibilización para un diagnóstico temprano a través de su campaña ‘Inmuno-visibles’ junto a Johnson & Johnson.
La psoriasis se caracteriza por ser una enfermedad inflamatoria cutánea crónica que se manifiesta a través de lesiones en la piel, sobre todo en la cara, codos, rodillas, cuero cabelludo y manos, tal y como apunta la OMS. Provoca grave descamación en la piel e irritación, generando quemazón y dolor articular en algunos casos: “Puede producir daños, sobre todo cuando son lesiones muy gruesas y muy descamativas”, explica Anna López, dermatóloga del Hospital Sant Pau.
La enfermedad no se limita a la piel. El 10% de los pacientes de psoriasis sufren además de artritis, como es el caso de Montse Ginés, a quien detectaron la enfermedad hace 15 años después de esperar un largo periodo de tiempo para su diagnóstico: “Tuvimos que esperar un tiempo hasta que al cabo de dos años me aparecieron las primeras pacas en la piel”.
Aunque la mayoría de los pacientes presenten un diagnóstico leve o moderado de la enfermedad, esta se puede complicar en algunos casos por la aparición de otros trastornos. Los afectados por la psoriasis presentan además un riesgo relativo de sufrir cardiopatía isquémica, hipertensión, diabetes o la enfermedad de Crohn.
Los pacientes más frecuentes comprenden la franja de edad de los 40 a los 50 años. El 75% de los pacientes comienzan con síntomas un poco antes de los 40 años, y cerca del 30%, antes de los 20 años. Solamente el 0’7% de los niños sufren de la enfermedad a nivel mundial, representando el colectivo menos afectado.
Muchos de los enfermos sufren la psoriasis en silencio ya que “sienten miedo al rechazo por tener lesiones que son visibles para lo demás”. La aparición de lesiones cutáneas puede llegar a minar la autoestima de los pacientes, sobre todo de los más jóvenes por la posible estigmatización, rechazo y aislamiento social. En numerosos casos, la enfermedad inmunológica se ha convertido en un complejo, siendo un incentivo de la aparición de ansiedad y depresión.
Actualmente, la psoriasis “es para toda la vida, no tiene cura”, pero existen tratamientos para aminorar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Este tipo de tratamientos se suelen basar en corticosteroides, vitamina D3, retinoides y fototerapia, entre muchos otros que han ido poniéndose sobre la mesa gracia a la investigación.
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