La Unión Europea ha vuelto a poner sobre la mesa un tema controvertido: limitar la conducción nocturna para una serie de grupos de conductores muy concreto. Con el objetivo de reducir la siniestralidad en las carreteras españolas, esta medida, que podría afectar a los conductores noveles, buscaría minimizar los riesgos relacionados con la falta de experiencia al volante, unidas a las dificultades inherentes a la conducción nocturna.

Eso sí, no hay nada en firme, y la medida ha sido puesta sobre la mesa y que se está estudiando, pero que podría llegar a no hacerse nunca realidad, de la misma forma que ocurrió con esta restricción para las personas mayores. En aquel caso se descartó por considerarse discriminatoria.

Según los datos de la DGT, aproximadamente el 30% de los accidentes mortales en carretera ocurren entre las 00:00 y las 6:00, una franja horaria en la que confluyen varios factores de riesgo. A la visibilidad limitada se une el posible cansancio acumulado, y la guinda sería la mayor incidencia de consumo de alcohol y drogas en este horario. Todo ello hace de la conducción nocturna supongo todo un desafío y un riesgo para cualquier conductor. Sin embargo, para aquellos que cuenta con poca experiencia al volante, los riesgos se multiplican.

Para Pere Navarro, director de la DGT, queda claro que los conductores noveles no solo tienen menos habilidades consolidadas, sino que también se encuentran con dificultades adicionales en condiciones adversas, como las que se presentan durante la noche, hasta el punto de que el 20% de los accidentes de estos conductores ocurre durante estas horas. Esta afirmación respalda la propuesta de restringir la conducción nocturna para aquellos que hayan obtenido su carnet en los últimos años, aunque todavía no se ha especificado exactamente cuánto tiempo sería. 

La propuesta planteada establecería la prohibición de conducir entre las 00:00 y las 6:00 a los conductores noveles durante sus primeros años de carnet. Esta medida se basa en estadísticas que indican que este grupo tiene una mayor probabilidad de verse involucrado en accidentes nocturnos en comparación con conductores más experimentados. Además, el período de restricción estaría sujeto a revisiones periódicas y evaluaciones de impacto.

Uno de los argumentos centrales para justificar esta medida es el aprendizaje progresivo. Como ya ocurre en algunos países, donde los permisos de conducción tienen restricciones por etapas, la idea es permitir que los conductores noveles vayan ganando experiencia en condiciones menos exigentes antes de tener que enfrentarse a los retos propios de la conducción nocturna.

Muchos expertos en seguridad vial respaldan la medida, argumentando que la falta de experiencia es uno de los principales factores de riesgo en los accidentes nocturnos. "No se trata de castigar a los conductores noveles, sino de protegerlos mientras adquieren la experiencia necesaria para enfrentarse a condiciones más adversas", señala Marta Gómez, experta en seguridad vial. Según distintos estudios, la aplicación de restricciones similares en otros países ha reducido significativamente el número de accidentes mortales en este grupo.

Por otro lado, hay colectivos que consideran que esta medida puede ser percibida como discriminatoria. Asociaciones como Automovilistas Europeos Asociados (AEA) sostienen que, en lugar de limitar derechos, se debería apostar por una formación más integral para conductores noveles, haciendo énfasis en la conducción nocturna. "La solución no es prohibir, sino educar. Los conductores deben estar preparados para todas las condiciones desde el principio", argumenta Mario Arnaldo, presidente de AEA.

España no es el primer país en pensar en plantear distintas restricciones a los conductores noveles. En lugares como Nueva Zelanda, Canadá o Estados Unidos, se han implementado permisos de conducción graduales que incluyen limitaciones horarias. En estos países, los conductores más jóvenes tienen prohibido conducir de noche hasta cumplir con ciertos requisitos, como acumular horas de práctica supervisada.

En Nueva Zelanda, por ejemplo, los accidentes entre conductores jóvenes disminuyeron en un 23% tras la implementación de estas restricciones. Sin embargo, estas medidas también han supuesto la aparición de voces críticas por las dificultades que generan para quienes necesitan conducir en horarios nocturnos debido a sus trabajos o por estudios.

De aprobarse la medida para España, su implementación sería a nivel europeo, y tendría implicaciones tanto para los conductores como para las autoridades. Por un lado, se reducirían los riesgos asociados a la conducción nocturna en conductores inexpertos. Por otro, sería necesario garantizar alternativas, como el transporte público nocturno, para aquellos que dependen de su vehículo para desplazarse en esas horas.

Un punto importante a considerar es la concienciación. La DGT tendría que acompañar esta medida con campañas informativas que expliquen los riesgos de la conducción nocturna y los beneficios de las restricciones, evitando que se perciban como un castigo.