Juan y Joaquín, los héroes del autobús: lograron rescatar in extremis a decenas de vecinos durante la DANA
A Joaquín Ros le pilló de pleno la subida del barranco del Poyo con su autobús de línea
Juan Camarasa pudo salvar a 80 personas con su autobús tras pillarle la DANA en Paiporta
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La rápida reacción de Juan y Joaquín, dos conductores de autobuses de línea, ha sido clave para salvar vidas. La coordinación de ambos con la Policía Local logró rescatar in extremis a decenas de vecinos. “Nos dijeron que era servicio especial de evacuación de gente pero no sabíamos la magnitud que había”, explica Joaquín. Después de dos semanas de esta tragedia, las imágenes de estas zonas afectadas por la DANA a vista de dron dejan sin habla, según informa Andrea Sanchis y Nerea Larriu.
La tarde del 29 de octubre, a Joaquín Ros le pilló de pleno la peor DANA del siglo en la subida del barranco del Poyo con su autobús de línea. Él tuvo la habilidad de dar media vuelta por el arcén y volver a la base. Allí, le asignaron un servicio especial para rescatar a más vecinos.
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“Era darle la posibilidad de salir de aquello, que era el infierno”, confiesa Joaquín
Joaquín es conductor de la EMT y el servicio especial que hizo el 29 de octubre nunca lo olvidará: “Era darle la posibilidad a la gente de salir de aquello, que era el infierno”. De todas las personas a las que salvó, recuerda una historia.
“Un chico lleno de barro, muy pensativo. Estaba pensando en su novia. Cuando empezó a subir el agua, salieron del vehículo pero vino una especie de ola y se llevó el vehículo y a su pareja”, explica.
"Aquella noche tenía que estar en mi casa con mi familia y no lo pude hacer”, afirma Juan
A Juan Camarasa le sorprendió esta situación estando a las afueras de Paiporta. Él pudo salvar a 80 personas con su autobús. “Resulta que se me acerca un capital de la Guardia Civil. Me dijo que tenía a 80 personas en el cuartel y que necesitaba que los sacase. Me acerqué a las mismas puertas de la Guardia Civil. Era dantesco”, reconoce.
Juan trabajó a destajo, aunque muy angustiado porque no tenía ninguna noticia ni de su mujer ni de sus hijos. “Cuando los vi, me emocioné. Aquella noche tenía que estar en mi casa con mi familia y no lo pude hacer”, destaca emocionado. A Juan y a Joaquín les llaman héroes. Ellos dicen que no les gusta este término porque únicamente hicieron su trabajo.
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