Los niños han sido unos de los grandes afectados por la DANA. La riada se llevó por delante sus casas, los coches de sus familias, colegios, parques. La tromba de agua ha arrasado con todo y parece muy difícil volver a la normalidad diez días después. Como informa Diego Arce en el video, mientras continúan las labores de búsqueda de desaparecidos, los niños se han ido de las zonas más afectadas.
En las calles de Paiporta, uno de los municipios gravemente azotados por la DANA, es imposible ver niños. Tras las inundaciones, muchos padres han decidido que es mejor que no pisen la zona hasta que se retiren los escombros y vuelva todo a la normalidad. Además de haber riesgo de infección por el estado de las calles, las zonas de ocio y educación de los niños han sido destruidas: “Tenemos unos vecinos que tienen dos niños pequeños y se han ido porque es inviable estar aquí”, explica un vecino de Paiporta.
La mayoría de pequeños llevan días sin ver a sus padres: “Llevo ocho días sin verlos y se me parte el alma porque no había estado tanto tiempo sin ellos”, comenta Mónica, madre de dos niños. Planes como el del hijo mayor de Mónica se han visto totalmente truncados tras el paso de la DANA: “Él dice que sabe que no va a poder celebrar su cumpleaños. Íbamos a ir con los amigos al cine, les íbamos a invitar y ya no puede porque tampoco hay cine, no hay nada”.
Aunque ha habido padres que han tenido que sacar a sus hijos de la zona por el estado de nervios en el que estaban al presenciar la catástrofe: “La noche de la inundación estaban atacados”, muchos deciden que los más pequeños se queden. Lo más importante es intentar evadirles de la tragedia y organizarse: “Lo que hemos hecho es darles rutinas. Como nosotros estamos venga a hacer faena porque la casa de mis padres esta también muy dañada, ellos lo que hacen ahora son las tareas del hogar”, comenta una madre.
Los niños de Paiporta todavía no han podido regresar a los colegios. Uno de ellos se encuentra en riesgo de derrumbe, "ha entrado Inspección y dice que es imposible que puedan volver a ejercer las clases ahí. Se está barajando qué se puede hacer con ellos, a ver si barracones” u otra opción para que vuelvan a la rutina lo antes posible.
Las instalaciones deportivas también han sido un foco de destrucción. El campo de futbol de Paiporta se encuentra a día de hoy lleno de caña, objetos que han sido arrastrados y barro por todas partes. Este campo de fútbol no ha sido el único que ha sufrido daños. La Federación de Fútbol de Valencia estima que se han visto afectados hasta 90 clubes por el paso de la riada y que 18.000 futbolistas, ahora mismo, no pueden jugar.
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