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En su ofensiva contra el gobierno, Carlos Mazón asegura que los datos para tomar decisiones sobre la tragedia provocada por la DANA llegaron tarde. Sin embargo, las mediciones que precisaban los expertos en emergencias sobre la crecida del caudal del barranco del Poyo eran accesibles para cualquiera a través de internet. Así es la cronología de los mensajes que se cruzaron ese día.
El presidente de la Generalitat pasa al ataque contra el Gobierno de Pedro Sánchez y asegura que la información que se dio para tomar decisiones llegó tarde. Carlos Mazón señala directamente a la Confederación Hidrográfica del Júcar. Los correos electrónicos que se cruzaron el fatídico día de la DANA permiten construir una cronología de lo que sucedió.
12:07. Llega la primera alerta sobre una crecida del caudal en el barranco del Poyo, la zona con más víctimas. Los datos triplican el cauce normal y se avisa de que “la crecida está siendo muy rápida”. Esto hace que la Generalitat emita una primera alerta.
16:13. Tras varios correos Confederación informa de que el cauce se ha reducido a márgenes normales.
17:30. La Generalitat lanza una nueva alerta, esta vez sobre los ríos Magro y Júcar, advirtiendo de que “se pueden producir desbordamientos generalizados. En ese momento, Carlos Mazón había convocado ya a sus especialistas en emergencias, reunidos en el CECOPI.
18:43. Tras dos horas sin correos, llegan nuevas mediciones del barranco del Poyo. La situación es muy distinta, el agua está desbordada y llega un tsunami que supera 11 veces cualquier límite.
La pregunta que surge ahora es ¿qué ocurrió en esas dos horas de silencio? La Generalitat valenciana mantiene que nunca recibió datos y la Confederación Hidrográfica del Júcar asegura que le fueron entregados de palabra en las reuniones de emergencia. Además, los datos de estas mediciones están accesibles para cualquiera por medio de internet.
20:11. En su última medición, el barranco llevaba cuatro veces más agua que la desembocadura del Ebro. Fue a las 8.55 de la tarde cuando el agua arrancó de cuajo la estación meteorológica. Más de una hora después, llegó la alerta a los móviles de los ciudadanos, pero ya era tarde.
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