Los hospitales de Valencia están al borde del colapso por las múltiples incidencias. Según informa Manu Reyes, hoy la emoción más latente entre los vecinos es la indignación. Todas las calles están repletas de bienes destruidos con testimonios de personas que han perdido a un familiar o amigo y que conocen a algún desaparecido. Los vecinos denuncian la escasez de ayuda y solicitan la presencia de los militares. Hoy, el Ministerio de Defensa ha mandado 500 a las zonas más afectadas.
En Picaña, el ritmo ha sido frenético con todas las ayudas que han recibido por parte de los voluntarios. Pero los vecinos denuncian la falta de ayuda por parte de la Generalitat. “Estamos esperando al Ejército o la UME, a ver quién viene”, dice uno de los afectados.
Todos recorren las calles e intentan hacer las labores de limpieza para intentar volver a la normalidad. “Sois unos sinvergüenzas los políticos”, explica uno de ellos. “Aquí no viene nadie a hacer nada”, dice otro con incredulidad. Los vecinos llevan tres días sin agua y sin comida. Muchos entran al supermercado con la esperanza de encontrar alimentos.
“No tenemos nada, estamos desesperados”, confiesa una mujer visiblemente emocionada. Ellos se sienten solos y abandonados. Se quejan de que las alertas llegaron tarde. “Nadie viene a ayudar en nada y mi hermana está enferma”, sostiene otra afectada. Y es que creen que la alerta llegó tarde. “Se sabía perfectamente que el barranco se iba a desbordar y nadie nos avisó”, indica una vecina de la zona.
Los afectados destacan que todavía falta comida, agua y medicamentos y subrayan que nadie ha llegado para ayudarles. Todavía hay 23.000 hogares sin suministro eléctrico y cerca de 300.000 sin agua. “Por lo menos que se se dediquen a coordinar a todos los voluntarios que sí están haciendo todo el trabajo”, pide un vecino. Y es que estos ciudadanos solo quieren empezar a recuperar una normalidad que está tardando en llegar.
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