Las impresoras 3D se han convertido en el nuevo proveedor de armas para los delincuentes. La policía española ha localizado un arma de guerra fabricada con una máquina que cuesta menos de 250 euros. Aunque todavía representan una minoría, para las fuerzas de seguridad del Estado la fabricación de armas en 3D supone una amenaza emergente.
Es la nueva pesadilla de las policías de medio mundo. La policía ha detectado en España una FGC-9, una ametralladora casera con la potencia de fuego de un arma de guerra. Como explica Daniel Montero en Noticias Cuatro, cada vez es más común que los delincuentes traten de fabricar sus propias armas.
Algo ya conocido es cómo las bandas latinas hacen sus propias escopetas con tuberías de fontanería, lo que se conocen como las chilenas. Pero, ahora los delincuentes han dado un salto muy importante. El arma localizada en España es una ametralladora de guerra que se fabrica con una máquina que cuesta menos de 250 euros y está al alcance de cualquiera.
Además, esta nueva arma no solo ha llegado a España, si no que se distribuía desde talleres clandestinos a gran parte de Europa. En 2023, la Guardia Civil realizó una operación en la que encontraron un arma de este mismo modelo. Se sospecha que estos delincuentes tenían 14 talleres por toda Europa para vender este tipo de armas.
La pregunta es cómo puede llegar algo así a manos de cualquiera y, como se difunde todo hoy en día, la clave está en internet y en el activismo de los amantes de las armas en Estados Unidos. Este diseño fue creado por un ciudadano alemán para las guerrillas del Kurdistán, pero han sido varios colectivos en favor de las armas en Estados Unidos los que lo han popularizado hasta llegar a la situación en la que estamos.
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