Hay polémica en la Fiesta Mayor de Granollers (Barcelona) por un taller en el que se enseñaba a los menores a lanzar cócteles molotov contra un muñeco vestido de policía. Según informa Andrea López en Noticias Cuatro, también se daban clases de guerrilla y de “kale borroka”, o cómo fabricar una barricada. Un vecino cuenta: “Uno de los tantos divertimentos que se hacen en esta Fiesta Mayor durante nueve días”.
El ayuntamiento de Granollers ha mostrado su rechazo a este taller y aseguran que no conocían su contenido, mostrando así su apoyo a los cuerpos de seguridad. Por su parte, la Colla dels Blaus, la organizadora, ha pedido disculpas por la mala interpretación que ha tenido este acto que solo pretendía ser lúdico y en ningún momento incitar a la violencia.
Los Mossos d’Esquadra están estudiando si investigan el caso como un delito de odio. Los sindicatos aseguran que, de no ser así, serán ellos quienes presenten la denuncia. Una vecina de Granollers asegura: “No todo lo que sea agredir a quien sea es violento”. Un vecino comenta: “Están incitando al odio contra los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, contra la policía catalana en este caso”.
El objetivo es un muñeco vestido de Mosso d’Esquadra y Toni Castejón, portavoz del sindicato de Mossos, declara: “Esto es un auténtico escándalo, sería un posible delito de odio, sobre todo, con menores en unas fiestas organizadas por un ayuntamiento, el de Granollers”. En la actividad, organizada por una de las asociaciones locales, se enseñan también tácticas de guerrilla urbana, como barricadas o quema de contenedores y se anima a “hacer arder la rabia”.
Varios sindicatos policiales de Mossos d'Esquadra y Policías Locales han realizado ya en la Fiscalía Superior de Cataluña una denuncia criminal contra el consistorio, la alcaldesa y contra todos aquellos responsables en el transcurso de estas actuaciones por la posible comisión de un delito de odio y de otro de injurias graves contra los cuerpos y fuerzas de seguridad.
La denuncia criminal va dirigida, sobre todo, contra la alcaldesa, por haber sido "quien ha organizado y promovido los actos constitutivos de un delito de odio e injurias graves contra las fuerzas y cuerpos de seguridad". Los sindicatos califican este polémico taller de "guerrilla urbana" contra la policía "haciendo suyas las técnicas propias de la “kale borroka", según recoge la denuncia.
Para los sindicatos, esto es constitutivo como un delito de odio contra un colectivo determinado por razón de su profesión y la ideología política neutral que defienden; cuya condena tiene penas que oscilan entre 1 y 4 años de prisión. También lo consideran como un delito de injurias graves a fuerzas y cuerpos de seguridad por actos y expresiones que atentan gravemente contra el prestigio y la dignidad de la institución; cuya condena la pena de 12 a 18 meses de prisión.
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