Hace años era normal pasar parte del verano estudiando si tenías que recuperar alguna asignatura en septiembre, o haciendo los típicos cuadernillos de verano. Según informan L. Chacón, A. Martín, T. Ojeda y M. Hernández en Noticias Cuatro, la rutina de hacer ejercicios de aprendizaje durante el verano se practica cada vez menos. Mercedes Ramos, dueña de la librería Bosco en Granada, cuenta: “Antes compraban más libros de vacaciones, ahora tienden más a dejarlos a su aire”.
Una mujer comenta: “Unos cuadernos que tienen la lectura, luego la pregunta y respondes. Luego sus sumas, sus restas”. Un padre dice: “Nosotros repasamos los números y repasamos las vocales”. El debate de los deberes es infinito. Una madre asegura: “Que tengan un ratito de rutina siempre va bien”. Otra madre expone: “También tienen que tener su descanso”.
Vicent Mañes, expresidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos de Educación Infantil y Primaria (FEDEIP), explica: “Deberes en el formato cuadernos de vacaciones y ejercicios repetitivos para machacar una y otra vez las cosas que ya se han aprendido en el cole, pues no porque ya se han aprendido en el cole”.
Francesc Nogales, mejor profesor de primaria en 2021, transmite: “Hay niños que a lo mejor sí que necesitan esos deberes de cuadernillo porque les gusta o porque a lo mejor académicamente no ha terminado todo lo bien que uno espera”. Tampoco es necesario ceñirse a un cuadernillo, Vicent Mañes cuenta: “Como hacer un diario, cosas que a lo mejor en el día a día cuando estamos en el cole es más difícil porque estamos cargados de cosas del cole”.
Se puede echar también mano de la imaginación y Francesc Nogales recuerda que “el verano sirva también para que los niños puedan experimentar y vivir ese lado creativo de la vida”. No hay que obsesionarse con adelantar temario. Francesc Nogales comenta: “A mí me preocupa, por ejemplo, esos cuadernillos que hay de ‘Prepárate para el curso de cuarto’. No perdona, vamos a ver, cuando llegues a cuarto ya darás cuarto”.
¿Notan los profesores mayor progreso en los alumnos que han repasado durante el verano? Ante esto Francesc Nogales responde: “Cuando llega octubre, todos los niños ya se han vuelto a igualar”. Como todo en educación, el ambiente familiar es clave en vacaciones. Vicent Mañes dice: “Sí que se notan los niños que han estado con la familia y han estado estimulados, no tanto que hayan hecho ejercicios o tareas de recuperación”.
Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 25% de las niñas y un 34% de los niños españoles de 11 años dicen sentirse presionados por los deberes, y el porcentaje sube con la edad: un 55% a los 13 años y un 70% a los 15 años.
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