En verano es cuando por fin descansamos y nos relajamos, pero es curioso que es el momento en el que más veces enfermamos. Una chica comenta: “Es porque el sistema inmune aguanta todo el tiempo que necesitas bajo estrés y cuando (te) relajas, hace ‘pum’”. Una mujer dice: “Estuvimos todos con Covid, menos mal que nos dio tiempo a recuperarnos”. Según informa Gema García en Noticias Cuatro, los expertos achacan esta situación al estrés diario, que nos protege de los virus hasta que dejamos de trabajar.
Alfredo Corell, catedrático de Inmunología en la Universidad de Sevilla, asegura: “Una de las sustancias que se liberan como efecto final de estrés crónico es lo que se llama cortisol. Es el inmunosupresor más fuerte de la naturaleza, es decir, que, de modo sostenido, este cortisol nos afectaría mal al sistema inmunitario, dejándonos más propensos a todo tipo de infecciones”.
Esta situación se compensa en el día a día con lo que se conoce como “estrés agudo”. Alfredo Corell expresa: “Esto genera otra sustancia que se llama adrenalina, pero también hace que nuestras células de las defensas se muevan más y estén muy alerta para defendernos de cualquier tipo de infección”. Por ello, cuando paramos llegan las infecciones.
El catedrático Alfredo Correll expone cuáles son las infecciones más frecuentes: “El más habitual en infecciones es el herpes, que lo tenemos casi todos de manera permanente. Se activa y nos salen las llaguitas en torno a la boca. Las conjuntivitis, que son infecciones de los ojos, o la diarrea”.
Lo más importante es no parar de golpe y “hacer cosas que nos gustan: leer, escuchar la música que queremos, ver una película, dar un paseo con un amigo y charlar”. Alfredo Correll reconoce que las relaciones sociales son “super positivas” para todas estas hormonas. Para evitar estos cambios hay que contrarrestar haciendo ejercicio, comiendo bien y durmiendo mejor.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.