Alarma en la playa de la Concha por un enjambre de abejas que se posaba en un carrito de bebé. No fueron los socorristas, sino un apicultor que tuvo que intervenir. Por fortuna, ese carrito estaba vacío.
Los insectos se han dirigido a una zona situada más en el interior de la arena y han empezado a rodear y introducirse en un carrito de bebé. Nada más darse cuenta, los dueños del carrito y varios bañistas dieron aviso a las autoridades.
Al poco tiempo acudía un apicultor experto para controlar la situación. El profesional introducía a la abeja en una caja para que, después, el resto del enjambre la siguiera.
Una escena que no ha dejado a nadie indiferente y que, sin embargo, no es la primera vez que ocurre en la costa vasca en los días de calor.
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