Tras 11 años del accidente del tren 'Alvia', se ha conocido la sentencia para Iván Fandiño, el maquinista, y para Andrés Cortabitarte, exdirector general de seguridad de Adif. Según informa Marta Lilao e Iván Fandiño en Noticias Cuatro, tendrá que afrontar una condena de dos años y medio de cárcel y pagar 25 millones de euros. Los familiares han mostrado conformidad y satisfacción al conocer la noticia. Los abogados de los procesados ha asegurado que v a recurrir cuando les llegue la notificación.

En la curva de Angrois (Santiago de Compostela) ocurrió una de las tragedias más grandes de nuestro país. Eran las 20:41 cuando un tren de 'Alvia' -cerca de la estación de Santiago- descarrilaba por ir a más de 170 kilómetros por hora en un tramo de 80. Como consecuencia, 80 muertos y más de 140 heridos que 11 años después ven por fin una sentencia. Francisco José Garzón y Andrés Cortabitarte han sido inhabilitados durante cuatro años y medio y deberán pagar una indemnización de más de 25 millones de euros a las víctimas. Una condena por 79 delitos de homicidio y 143 de lesiones por imprudencia grave.

En el caso del maquinista, se le culpa por atender una llamada de más de un minuto que, según la magistrada, hizo que se despistara y no frenara a tiempo. Aunque la Fiscalía quiso aparatar del caso al exdirector de seguridad, las víctimas han luchado para que se le juzgue. Ahora, la jueza les ha dado la razón: no había nada en la vía que protegiese en caso de que no se cumpliese con las velocidades máximas. Este pequeño triunfo supone un avance para las familias que con esta sentencia sienten un gran paso para poner punto final a la tragedia. 

La magistrada María Elena Fernández Currás considera acreditado que, además de la llamada de 100 segundos recibida por el maquinista que hizo que se despistara, otra razón por las que el tren pudo girar próximo a la estación a una velocidad en la que el descarrilamiento era “seguro” fue que “no había nada en la vía que lo protegiese en caso de que, por cualquier causa, el maquinista no cumpliese la obligación que le imponía el cuadro de velocidad máximas de llegar a ese punto a 80 kilómetros por hora”.

Ambos acusados, según la jueza, infringieron el deber de cuidado que sus cargos les imponían, pues sus actuaciones supusieron “un incremento ilícito del riesgo de un resultado dañoso que estaban obligados a prevenir y capacitados para evitar; y que, por la importancia de los bienes jurídicamente protegidos puestos en riesgo, y que resultaron fatalmente lesionados, solo pueden ser calificadas como graves”.

Las víctimas del accidente del Alvia agradecen a María Elena Fernández Currás que haya sido “valiente” al poner “negro sobre blanco” y condenar a dos años y medio de cárcel al maquinista Francisco José Garzón Amo y al excargo de Adif, Andrés Cortabitarte. "Tantos años de lucha y de sufrimiento para destapar todo lo que había detrás de esta tragedia", señala Jesús Domínguez, presidente de la Asociación de víctimas de 'Alvia'.

“Entendemos que, gracias a ir a Europa, finalmente podemos tener una sentencia justa, de una jueza valiente, independiente. Teníamos en contra al Estados y a todas las instituciones. Nadie colaboraba", sostiene Domínguez. Así, indica que “por fin queda negro sobre blanco” tras agradecer que “saliese condenado el Adif” y afear al fiscal Mario Piñeiro, quien retiró la acusación contra el administrador de infraestructuras ferroviarias.

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