La invasión de sillas motorizadas en Benidorm, un peligro para los peatones: "Tienes que ir sorteando”

La presencia de sillas motorizadas, pequeños vehículos que se usan para ir por la acera, se ha convertido en una plaga que inunda las calles de Benidorm (Alicante) . Según informan S. Muñoz y A. Alaminos en Noticias Cuatro, los vecinos se quejan de que muchos de los que las usan no las necesitan. Se trata de vehículos de movilidad personal que se han convertido en un peligro público en Benidorm por su mal uso.

Una chica comenta: “Tienes que ir sorteando”. Un señor afirma: “Sí, porque van caminando y no se dan cuenta y se llevan por delante a alguno”. Muchos de los conductores no saben por dónde tienen que ir. “Van por aquí por donde pasan las bicicletas, por ahí es un poco peligroso”, añade otro. “Las ponen donde sea e impiden el movimiento a los ciudadanos”, concluye una joven.

Algunos de los usuarios de estos vehículos alcanzan ciertas velocidades que ponen en peligro a los peatones, ante lo que una chica reconoce que “cogen una velocidad que no veas”. Las sillas motorizadas dañan el pavimento de aceras y paseos. Una chica declara: “Más sobre este paseo, que al final van peatones, coches, bicis”.

Cayetano Siscar: “Solo son para personas mayores de 55 años o personas con discapacidad”

La norma dice que no todos pueden hacer uso de este transporte. Cayetano Siscar, propietario de la empresa de alquiler Securmobil, explica: “Solo para personas mayores de 55 años o personas con discapacidad”. Su velocidad está limitada y Francisco José Muñoz, concejal de tráfico, comenta que tiene que ir “al paso de peatón, a cuatro kilómetros por hora”.

Su circulación también está limitada y Cayetano Siscar declara que “solo pueden usar la acera y de ninguna manera pueden ir por la carretera o por el carril bici”. Muchos de esto vehículos son utilizados por turistas extranjeros que no siempre cumplen. Una chica dice: “Lo cogen personas que han tomado alcohol y hay un montón”.

Las sanciones para quienes se saltan las normas alcanzan los 500 euros

Francisco José Muñoz expone: “El turista que tiene Benidorm tiene mucho británico, tiene mucho turista nacional y tienen una obligación como todos de cumplir con esos requerimientos que tiene la ordenanza. Hay que portarse bien”.

Una chica asegura que “ni siquiera son personas mayores las que lo utilizan”, sino que “son gente bastante joven”. Las sanciones para quienes se saltan las normas pueden alcanzar los 500 euros.

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