La Basílica de Begoña en Bilbao (Bizkaia) podría albergar un gran secreto bajo el suelo. Según informa Nagore Tormes en Noticias Cuatro, para confirmarlo, un grupo de arqueólogos trabaja ya sobre el terreno. El proyecto arqueólogo se comparte entre la Diputación Foral de Bizkaia y el Obispado, y cuenta con un presupuesto de 1,2 millones de euros. Ilixabete Etxanobe, diputada General de Bizkaia, y Joseba Segura, obispo de Bilbao, dieron a conocer el proyecto de excavación arqueológica.
La intervención arqueológica se denomina ‘VECVNIA’ y se cree que debajo de la Basílica de Begoña hay restos del que pudiera ser el primer asentamiento poblacional humano y cuna del actual Bilbao. El proyecto pretende poner “en valor la basílica, profundizar en el conocimiento del origen del culto cristiano en Bizkaia y enriquecer el patrimonio histórico y cultural del territorio”.
El origen de la investigación surge de la hipótesis de que en la colina Artagan, del actual barrio de Begoña, se pudiera encontrar las ruinas de una ciudad indígena conocida como Vecunia, cuyo asentamiento fue colonizado durante la época romana. También se cree que el origen del término Begoña puede proceder también de Vecunia -aunque no haya consenso sobre su origen- se sabe que el término no proviene del latín y es anterior a la llegada de los romanos.
La existencia de la ciudad Vecunia nunca ha sido confirmada, pero se plantea que sus habitantes “podrían ser los ancestros de la población actual de Bilbao y que su asentamiento se ubicaba en esta colina”, donde expertos en arqueología han sugerido la posibilidad de que, bajo las sucesivas iglesias medievales, donde se levanta el actual emplazamiento de la basílica, se encuentren restos de ese primer poblado.
Alberto Santana, jefe de Servicio de Patrimonio Cultural de la Diputación Foral de Bizkaia, expresa: “No sabemos lo que nos vamos a encontrar, entramos en territorio desconocido. Sospechamos que debajo está el emplazamiento de la antigua Vecunia y llegaremos hasta donde nos lleven las evidencias”.
Joseba Segura comenta que el templo “no se cerrará al culto durante las obras”, ya que las labores tienen como premisa la preservación de las funciones espirituales y devocionales actuales de la basílica mientras se lleva a cabo la intervención arqueológica y arquitectónica integral. La Diputación General de Bizkaia, para garantizar la continuidad del culto, establecerá ritmos de trabajo que permitan mantener mínimo el 60% de la iglesia accesible durante las fases de excavación.
La excavación arqueológica contará con un equipo de 10 profesionales de la arqueología, que serán asistidos por personal auxiliar. Una vez finalizada la excavación, la institución foral pondrá en marcha el estudio posterior a la misma para obtener una muestra completa de la evolución del asentamiento y de la población de Begoña. Los registros arqueológicos obtenidos se usarán para recopilar información histórica.
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