‘La Mañueta’ es la churrería más antigua de Pamplona: se fundó en 1872. Con más de un siglo y medio de antigüedad, todo sigue igual en esa cocina que esconde un toque especial. Aunque para deleitarnos con los sabores de su producto estrella, tenemos que mirar bien el calendario. Tan solo abre los sábados en octubre y durante estas fiestas. Según informa Dani Berbel, estos días ya se pueden apreciar las largas colas para degustar este pequeño manjar.
“Mi padre fue el que dio un giro a esto. Pasar de abrir todos los días, a solo los fines de semana, después solo los domingos y ahora los sábados de octubre y las fiestas de San Fermín”, afirma Fermín Elizalde. Con más de un siglo y medio de antigüedad, todo sigue igual en esta churrería. El tono oscuro de las paredes y el humo de las llamas de la leña nos lo deja claro. “Respetamos el mismo proceso productivo que había entonces”, confiesa Elizalde.
El seis de julio comenzaron las fiestas de San Fermín y, ante el desgaste físico, es necesario reponer fuerzas en Pamplona. Muchos lo hacen en la churrería ‘La Mañueta’, que lleva abierta desde 1872. En este lugar nada ha cambiado; ni el proceso de elaboración ni las manos que trabajan allí. Todos los que se ponen en frente de los hornos pertenecen a la misma familia, pasando de generación en generación.
“En mi caso es tradición familiar. Mi padre trabajaba aquí y yo le cogí el relevo”, asegura Pablo. Abrir este negocio, en determinadas fechas del año, les permite a cada uno tener una profesión alejada de los churros. “Mi hijo es abogado, el que acaba de tirar una rosca de churros es ingeniero industrial y este otro es bombero”, apunta Elizalde. Para continuar esta tradición familiar, hacen malabares con sus días libres. “Soy ginecóloga, mañana tengo guardia”, reconoce Renata Elizalde, churrera y médica. Todo un secreto de estas fiestas que deja muy buen sabor de boca.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.