La somnolencia está detrás de uno de cada diez accidentes de tráfico: son siniestros especialmente letales

Este viernes comienza la primera operación salida del verano. La DGT calcula que este fin de semana habrá unos seis millones de desplazamientos en las carreteras españolas. Como cada verano, tráfico ha presentado la nueva campaña para concienciar sobre la seguridad vial y ha hecho público un paquete de medidas para reducir la mortalidad de los accidentes de tráfico. Uno de los peligros para los conductores es el sueño: quedarse dormido al volante. La somnolencia y la fatiga están detrás de uno de cada diez accidentes de tráfico. Además, estos siniestros son especialmente graves.

Seguro que alguna vez le ha pasado mientras conduce, el cansancio le vence, el volante tiembla y un ruido le hace reaccionar: son las bandas sonoras de la carretera que sirven para avisarnos de que nos estamos desviando y enderecemos el coche. Se trata de evitar los graves efectos de los micro sueños, o lo que es lo mismo, quedarse dormidos al volante.

Enrique Mirabet, de la Sociedad Española de Medicina de Tráfico, advierte del peligro que supone cuando nos sentimos cansados y decimos “ya dentro de un rato pararé y descansaré. Es un riego elevadísimo porque los micro sueños se repiten hasta entrar en un sueño prolongado que es lo que te lleva al siniestro”.

Los siniestros provocados por la somnolencia son extremadamente letales porque “no hay ninguna reacción defensiva”, explica Mirabet, “no se frena, no hay ninguna maniobra evasiva para evitar el impacto y son impactos frontales donde la fuerza y la energía lesiva es brutal”.

Los datos lo corroboran según explica Álvaro Gómez Méndez, director de seguridad vial de la DGT, “las cifras en España son de un 12% de siniestros mortales en carretera con este factor”.

Más de la mitad de los conductores reconocen que ante los signos de alerta siguen conduciendo. Enrique Mirabet recomienda todo lo contrario, “hay que parar y descansar, no pasa nada por perder 20 minutos o media hora”.

El riesgo de tener un accidente es cuatro veces mayor en el caso de haber dormido entre cuatro y cinco horas y se multiplica por once si se duerme menos de cuatro.  Los expertos recomiendan planificar bien el viaje, “si sales a las 5 de la mañana supone que tus horas de sueño no son las adecuadas”, explica Mirabet, “en la operación salida que nadie organice las comidas diciendo aquí hay un restaurante que se come fenomenal y subirte luego al coche”.

A partir del 1 de julio todos los coches nuevos matriculados nuevos deberán llevar detectores de fatiga y somnolencia.

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