Los Mossos d’Esquadra han declarado en la segunda jornada del juicio por la brutal violación a una menor en Igualada, en 2021. El acusado, Brian Raimundo Cespedes, se ha mostrado impasible ante los testimonios que relataban lo que ocurrió después de la agresión sexual. Según informa Marina Pérez, 15 agentes han detallado cómo lograron identificarlo y detenerlo.
Las autoridades han señalado que fue difícil acceder a la zona del polígono donde se encontraba la joven. La chica, de tan solo 16 años, temblaba y solo tenía el sujetador puesto. Los agentes intentaron hablar con ella pero no obtuvieron ninguna información porque “estaba en un estado de semiinconsciencia y no se le entendía”. La víctima colaboró en la reconstrucción de los hechos pese a que lo único que recordaba eran algunas zonas donde pasó mucho frío.
Segunda jornada del juicio por la brutal violación a una menor de 16 años a la salida de una discoteca. Hoy han declarado 15 Mossos d’Esquadra y se ha prestado atención a las primeras declaraciones de la víctima. El acusado, Brian Raimundo Cespedes ha escuchado lo que ocurrió cuando abandonó a la víctima. “Había dos charcos de sangre, uno que coincidía con la zona de la cabeza y otro con la zona pélvica”, ha relatado uno de los agentes.
Tras ser encontrada por dos camioneros, las autoridades hallaron un teléfono móvil roto y una mochila con sus pertenencias. “Miré la foto del DNI y recuerdo decir que no sabía si era la misma persona”, ha declarado una agente. Cuando intentaron hablar con ella, no pudieron conseguir ninguna información. “Estaba en un estado de semiinconsciencia y no se le entendía. No podía articular palabras”, ha destacado uno de los Mossos d’Esquadra.
Los agentes han recalcado que la víctima estaba en una zona de difícil acceso. Los sanitarios determinaron que el caso era grave y la trasladaron a un hospital de urgencia. “Dijeron que tenía un golpe en la cabeza importante y que podía haber sido víctima de una agresión sexual”, ha indicado un agente. A partir de ahí, empezaron a reconstruir los últimos pasos de la joven para tratar de encontrar a las personas con las que había estado.
“Hicimos pedir las 150 imágenes para ver si podíamos localizarla a ella en el mismo lugar que con la geolocalización”, ha apuntado la mujer. En esos vídeos dieron con el sospechoso que llevaba unos vaqueros negros, unas zapatillas blancas, una chaqueta bomber negra y el pelo teñido de rubio. En concreto, en uno grabado por un viandante: “Vimos a un grupo de 11 personas y observamos que una de ellas iba exactamente vestida con todos los elementos que aparecía en las imágenes. Al ver que había una cámara, se puso una capucha”.
La Unidad Central de Delitos Sexuales se hizo cargo de la investigación para identificar al presunto autor de los hechos. Tras conseguirlo con el análisis de 150 imágenes, comprobaron que tenía antecedentes por agredir a tres mujeres. Una de ellas era su hermanastra de siete años.
Tras cinco meses de investigación, Brian fue detenido e ingresó en prisión provisional cuando por aquel entonces tenía 20 años. El acusado declarará el viernes después de escuchar todas las declaraciones de los testigos.