El parvovirus B19 o el virus de la bofetada circula en las últimas semanas en los centros infantiles y colegios. Afecta a los niños pequeños y, pese a que no hay que preocuparse demasiado, es importante identificar sus síntomas. “Hay un brote desde hace seis semanas más o menos”, señala Mariam Tribaj, pediatra del Hospital HLA Inmaculada.
En la primera fase del parvovirus es cuando más se contagia. Su periodo de incubación va desde los siete días hasta los 28. Y es que se caracteriza por dar la cara cuando el menor ya lo ha pasado. Esta enfermedad estacional ocurre entre niños en edad de preescolar y escolar.
El virus de la bofetada afecta a los niños, pero no hay que alarmarse. En la primera fase es cuando más se contagia y, durante estos días, el niño no presenta nada. Una vez pasada la enfermedad, sus síntomas aparecen: dolor de cabeza y de cuerpo, mocos, malestar y fiebre. El más característico -y el primero que aparece- es una mancha roja o un sarpullido en la cara. El parvovirus B19 se transmite a través de la saliva, la mucosa, los estornudos o simplemente hablando; ya que penetra a través de las mucosas de las vías respiratorias superiores.
La recuperación es rápida y las lesiones duran entre dos y tres semanas. Este virus, que se contagia desde que tienen un año de vida hasta los 12 o 13 años, no necesita tratamiento. Una vez que se supera, el pequeño obtiene inmunidad de por vida, por eso no hay vacuna ni tratamiento. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) comunicó a principios de junio de 2024 una alerta que notifica casos en 14 países de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo, entre los que se encuentra España.
En una escuela de Granada ya han tenido algunos casos y aconsejan incrementar la higiene de la ropa de cama, como las sábanas, y de las manos. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades lanza una serie de recomendaciones a la población para evitar la transmisión de esta enfermedad contagiosa.