La Santa Sede nombra al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, como comisario pontificio de los monasterios de las clarisas de Belorado, Orduña y Derio. Se le otorga “todos los derechos y deberes” y será quien tome las decisiones al respecto a partir de ahora, según informa Nagore Tormes. Se trata de la primera respuesta de la Iglesia desde que abandonaron la disciplina del Vaticano, una escena que los obispos lamentaron por su forma de ruptura.
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, señala que si no rectifican las religiosas, los inmuebles quedarán en manos de la orden de las clarisas. Así, ha leído un comunicado en el que explica que ya ha expirado el nombramiento de sor Isabel como abadesa del monasterio de Belorado y Derio. "A ultima hora de la tarde de ayer, se mandó un burofax comunicándole la finalización de su mandato y el nombramiento del comisario pontificio con efectos inmediatos", ha subrayado.
La Santa Sede ha mandado un burofax a sor Isabel -del que todavía no han obtenido una respuesta- para compartir las medidas que aplicarán en el monasterio de las clarisas de Belorado. Es el primer movimiento que realiza la Iglesia para resolver el cisma. La siguiente decisión tomada por el arzobispado puede ser más complicada de implementar: la prohibición del acceso y permanencia de Pablo de Rojas y José Ciacero -y a cualquier persona vinculada a la Pía Unión de San Pablo Apóstol- en los monasterios.
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, insiste en que no hay un calendario establecido, pero que en el caso de que Pablo de Rojas se niegue, tendrán que recurrir a la vía jurídica. En cuanto a la situación de las monjas del monasterio, sostiene que “una vez pasado un tiempo prudencial, de modo personal, se requerirá a cada una de las hermanas que expresen su voluntad de continuar o no en la Iglesia Católica”. Advierte que la renuncia expresa “las situaría por decisión libre y personal al margen de la comunión eclesial”. Tras haber movido ficha, toca esperar para ver cómo avanza la partida.