Una nueva protesta sanitaria recorre Madrid contra la gestión de Ayuso: "Sanidad de calidad, eso sí es libertad"

  • Miles de personas se han manifestado este domingo para defender la sanidad pública en Madrid

  • Las protestas han denunciado en las calles de la capital las "políticas privatizadoras" del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso

  • La manifestación ha sido convocada por el espacio ciudadano de Vecinos y Vecinas de Barrios y Pueblos de Madrid

Miles de personas se han sumado este domingo a la marcha que, bajo el lema 'Madrid sigue en pie por la Sanidad pública', ha denunciado en las calles de la capital las "políticas privatizadoras" del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso así como la "falta de inversión y la ausencia de profesionales".

Convocada por el espacio ciudadano de Vecinos y Vecinas de Barrios y Pueblos de Madrid y apoyada por los partidos de izquierdas de la región así como por sindicatos y personalidades del mundo de la cultura, la manifestación ha arrancado a las 12 horas desde cuatro puntos de la capital (la Plaza Legazpi, Nuevos Ministerios, Plaza de España y el Hospital de La Princesa). Estas columnas se han unido para finalizar la protesta en la plaza de Cibeles.

"Arriba las manos, esto es un atraco", "Sanidad de calidad, eso sí que es libertad" o "Ayuso dimite, la gente no te admite" han sido algunas de las consignas que se han oído durante el recorrido, en el que, como en otras protestas sanitarias, se ha paseado al ninot de la presidenta regional, de casi dos metros y medio de altura, que llaman 'La Pinocha'. Además, también se han denunciado los fallecimientos durante la pandemia en residencias, al grito de 'No son muertes, son asesinatos'.

Así, pancartas plagadas de tijeras con lemas como 'Basta ya de tanta hipocresía', 'Sanidad 100% pública y de calidad', 'Robar la Sanidad, sí, sí es asesinar' o 'Ayuso nos cierra centros de salud' han inundado algunas de las calles de la capital para denunciar, en palabras de los convocantes, la "irresponsabilidad" del Ejecutivo autonómico y su apuesta por "una combinación de privatización y cicatería en la inversión", tanto en recursos humanos como ciudadanos.