Hasta ahora solo se conocía una de las consecuencias del acoso escolar, el impacto emocional sobre la víctima, pero ahora también se hace hincapié en el impacto académico. Según informa Marta Aguirregomezcorta en Noticias Cuatro, un estudio de la Universidad de Valencia cuantifica el coste académico del acoso. Las víctimas pueden llegar a perder hasta medio curso.

Mauro Mediavilla, coautor del informe de la Universidad de Valencia, explica: “De tres a cinco meses en un curso de 10 meses”. Benjamín Ballesteros, director técnico y portavoz de la Fundación Anar, comenta: “Una de las variables que nos puede llamar la atención son sobre que algo le está pasando a esa persona”.

El estudio de la Universidad de Valencia se basa en los dos últimos informes de PISA. Mauro Mediavilla expone: “El acoso escolar continúa afectando negativamente en el rendimiento académico, pero a la vez afecta negativamente en la salud mental de los alumnos. Ambos elementos se retroalimentan”.

La pandemia cambió la manera en la que se acosa, el contacto directo se cortó en seco en las escuelas y se incrementó el ciberacoso. Mauro Mediavilla cuenta: “Los jóvenes se relacionan hoy día en redes sociales más que a través de una relación personal”. Él también afirma: “Si en la escuela te daban un golpe, al otro día volvías a arrancar de cero. Si subes una foto a las redes sociales, esa imagen no la puedes borrar nunca más”.

En función de ser chico o chica, el acoso escolar es diferente. Mauro Medianilla declara: “Los chicos normalmente sufren más violencia física y las mujeres a través de los rumores. Un rumor es mucho más doloroso que un golpe”. Los más vulnerables son la diana perfecta. Benjamín Ballesteros dice: “Raza, cultura, religión y orientación sexual”. Un 6% de los alumnos sufren acoso escolar.

El pasado 2 de mayo fue el Día Internacional contra el Acoso Escolar. La ONG Educo realizó una encuesta a más de 1.000 adolescentes de la que extrajo que en un aula españolas con 30 niños, nueve han sufrido acoso escolar u otra clase de violencia en alguna ocasión. El 29,5% de los adolescentes asegura haber sufrido acoso en el colegio u otro tipo de violencia, el 59,1% aseguró no haberlo sufrido y un 11,4% no lo sabía o no contestó.

Pilar Orenes, directora general de Educo, explica: “Cuando preguntamos directamente a los niños sobre la violencia que han sufrido en la escuela, sin especificar en qué periodo de su vida, nos damos cuenta de que este problema afecta a casi 1 de cada 3”. Añade que no es fácil denunciar la violencia y que a veces está tan normalizada que los niños no la identifican como tal.

La organización Aldeas Infantiles SOS ha reclamado una serie de medidas para prevenir el acoso escolar en las aulas: la formación del profesorado para prevenirlo y actuar cuando se produce, la aplicación de protocolos de actuación a cargo de especialistas ajenos a los centros educativos, el acceso de las familias a información para detectar indicios en sus hijos, y campañas de sensibilización que lleguen a toda la sociedad.