Tadea Vera tiene 77 años y sufría temblor esencial, una patología que le impedía hacer su vida normal. Cocinar, comer o vestirse se convertían en algo imposible para ella. Ahora, gracias a la técnica Hifu ha logrado deshacerse de los temblores y ha recuperado su independencia. El temblor esencial que sufría Tadea puede llegar a confundirse con la enfermedad de Parkinson, pero no es la mima patología. En Noticias Cuatro analizamos cuáles son las diferencias entre ambas enfermedades.
La principal diferencia entre el temblor esencial y el párkinson radica en que en el segundo el temblor se manifiesta en reposo. Por el contrario, en el temblor esencial se presentan cuando se utilizan los músculos, se contraen o se realiza el más mínimo movimiento. Si los músculos están en reposo o en apoyo se pueden controlar los temblores.
Ocurre que, en ocasiones, como era el caso de Tadea, el temblor esencial llega a ser incapacitante. Los temblores que sufría eran tan fuertes que no podía comer, abrocharse un botón o ducharse sola y necesitaba ayuda para todo.
El temblor esencial es una enfermedad neurológica caracterizada por temblores involuntarios en diferentes partes del cuerpo. Siendo lo más habitual en las manos, cabeza, mentón, cuerdas vocales y lengua. Es común conocer al temblor esencial como temblor hereditario, debido a que se dan casos en los que varios miembros de una misma familia se ven afectados por el temblor.
Se estima que en España hay alrededor de 600.000 personas que padecen temblor esencial. De hecho, se trata de una enfermedad muy común, pero que finalmente no se diagnostica en un gran número de casos debido a que su grado de intensidad abarca un espectro muy amplio.
Se trata de un trastorno no degenerativo que puede aparecer a cualquier edad. No obstante, se observa más a menudo en pacientes a partir de los 40 años. La edad y la genética son los principales factores de riesgo conocidos del temblor esencial.
El temblor se presenta de forma gradual y es común que predomine en un lado del cuerpo. Lo más habitual es que se produzca en las manos, en una sola o en ambas. También en la cabeza, mostrando un movimiento involuntario de arriba hacia abajo (como cuando asentimos) o de lado a lado (de negación). Algunos elementos que acentúan los temblores son: el estrés, las altas y bajas temperaturas, la cafeína y el movimiento.
Más allá de factores genéticos, las causas del temblor esencial no están del todo claras, pero sí parece que produce una disfunción en determinadas áreas del cerebro. De hecho, están causados por una deficiente comunicación entre áreas como el cerebelo, el tálamo y el tronco encefálico.
Por su parte, la enfermedad de Parkinson es una patología neurodegenerativa en la que se producen cambios estructurales en el cerebro y aparecen una serie de síntomas que van evolucionando. Mientras que el temblor esencial no está considerado como una patología neurodegenerativa.
Los temblores esenciales están relacionados con la disfunción de áreas específicas del cerebro, mientras el párkinson implica el deterioro de diversas áreas cerebrales.
En el párkinson se puede temblar o no pero, aunque se tiemble, este trastorno se acompaña de otros síntomas muy variados. Los afectados se muestran más lentos, más rígidos y, en ocasiones, se ven dañadas áreas cerebrales importantes como la cognición y pueden surgir trastornos autonómicos, entre otros.
Además, mientras que el temblor esencial afecta principalmente a manos, cabeza y voz, los temblores de la enfermedad de Parkinson comienzan en las manos, pero terminan extendiéndose a otras partes del cuerpo.
Este es uno de los tratamientos más avanzados para tratar los temblores. La técnica Hifu, es una máquina de resonancia que tiene un dispositivo que se encarga de llevar el calor hasta la zona del cerebro que ha de ser tratada y que está previamente marcada. Es un transductor de ultrasonidos, que transforma esa energía en calor, acoplado a una máquina de resonancia magnética (RM) muy moderna y de mucha precisión.
La clave del HIFU es que permite medir la temperatura del centro del cerebro en directo y vas viendo en un punto profundo qué temperatura alcanza por ultrasonidos. En una sola sesión se puede quitar los temblores de una mano. Para quitar los temblores de la otra hay que esperar entre 9 meses y un año.