España es el segundo país en Europa con más superficie forestal, solo detrás de Suecia. En el Día Internacional de los Bosques, todo no son buenas noticias. En el mundo desaparecen 10 millones de hectáreas de bosque, lo que corresponde a toda la superficie de toda Castilla y León. La Unión Europea ya lanzó una Ley de Restauración de la Naturaleza para luchar contra el cambio climático.
El 37% de nuestro territorio natural está cubierto por bosques. Y es que España ha recuperado zonas verdes: hemos ganado un 41% de superficie forestal desde 1990. Pero se espera que en un siglo, dos tercios del país sean un desierto por el cambio climático.
En el Día Internacional de los Bosques se busca concienciar sobre la importancia de mejorar la gestión forestal, el uso de la tierra y la restauración de ecosistemas. Si nos centramos en nuestro país, el segundo más verde de Europa, vemos que las provincias con más árboles son Lérida y Huesca. Entre las que menos, Alicante. Los principales factores que provocan la degradación forestal son el cambio climático, los cambios en la dieta de la población mundial, las talas y los incendios.
Los ecologistas advierten que la supervivencia de nuestros bosques se basa en tres claves: “Hacerlos más resilientes al cambio climático con una mejor gestión forestal, restaurar los ecosistemas degradados con mayores inversiones y cambiar el sistema alimentario global que resulta insostenible”, explica Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España a EFE.
Naciones Unidas insiste en activar sistemas de alerta temprana para la protección de los bosques y sistemas de producción sostenible. De ahí que el lema de este año sea: “Bosques e innovación: nuevas soluciones para un mundo mejor”. Las organizaciones ecologistas sostienen que “están trabajando mucho para cambiar la forma en la que se producen los alimentos, para que se haga de forma responsable y sostenible”.
Los impactos humanos ya han provocado la pérdida de alrededor del 40%. Del Olmo destaca el hito en Europa de la ley contra la deforestación importada que busca evitar el consumo de productos procedentes de entornos deforestados de cualquier parte del mundo.