Tres mujeres dirigen el Tesoro Público por primera vez: "Sería un privilegio acabar siendo un referente"
Se cumplen 200 años de la creación del Tesoro Público en el país
La primera directora llegó después de 66 directores al Tesoro Público
Ellas son las encargadas de garantizar todos los pagos del Estado como las pensiones
Tres mujeres dirigen por primera vez el Tesoro Público, la institución que gestiona las finanzas del país. La primera directora llegó después de 66 directores. Una buena noticia que celebrar después de ver que queda mucho para alcanzar la igualdad de género.
“Cada vez se ven muchas más mujeres. Para mí, sería un privilegio poder acabar siendo considerada una referente”, confiesa Carla Díaz Álvarez de Toledo, directora general de la institución. A las tres les cuesta destacar el hito. “No nos gusta decir que es algo especial”, afirma Paula Conthe, secretaria general del Tesoro.
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Tres mujeres encargadas del Tesoro Público por primera vez
Se cumplen 200 años de la creación del Tesoro Público. Ellas son las encargadas de garantizar todos los pagos del Estado como las pensiones. “Yo creo que es bonito que sean tres mujeres las que estén en el mundo financiero, ya que siempre ha sido masculino”, sostiene Inés Carpio Román, directora de Financiación Internacional.
“Puedes representar a España en distintos foros. Son muchos viajes y mucha disponibilidad de tiempo. Por eso, esto tradicionalmente era de los hombres”, indica Román sobre lo que supone desempeñar su trabajo. Las tres aseguran que han habido muchas ocasiones en las que no se han sentido escuchadas por el hecho de ser mujer.
"El reto no está en romper techos", según Conthe
El Tesoro Público es una institución que gestiona las finanzas que están depositadas en un lugar seguro. “Es dinero que está en cuentas muy bien guardadas”, afirma con una sonrisa Paula Conthe. Ellas acuden a los mercados para vender la deuda pública. “Tenemos que vender a los inversores para que nos presten su dinero, que es lo que gestionamos aquí y por eso hacemos reuniones con todos”, añade.
Todas tienen normalizado hablar del precio que hay que pagar para llegar hasta arriba. “El reto no está en romper techos porque las mujeres hemos demostrado que podemos llegar, sino a qué renuncias cuando lo consigues”, apunta Conthe. Porque tal y como dicen las tres, apoyarse entre ellas ha sido muy bonito. Pero romper el techo de cristal para abrir el camino a las futuras mujeres también lo es.